Del folk por la parte de Amelia Meath de Mountain Man y la psicodelia campestre de Nick Saunborn de Megafaun nace, como nadie hubiese podido presagiar, el delicioso electropop de Sylvan Esso, un proyecto que data de 2013 y que en este año ha consolidado un LP de lo más disfrutable. Sin el frenesí de Austra, Chvrches o Róisín Murphy, pero con el encanto de voz femenina acomodada entre sintetizadores, este disco despliega elegancia y buen porte en dosis perfectas a lo largo de diez temas. Del inicio a capella de “Hey Mami”, a la muy Lykke Li “Wolf”, o el tono tan personal y sabroso de “Dress”. Hay un buen puñado de temas para recomendar. No vale olvidarse de “Coffee”, primer single. Nos gusta imaginar que esta unión venida de las guitarras y los pedales, les sirve para oxigenar ideas en un registro totalmente diferente, pero que, como siempre ocurre donde hay talento, les ha salido tan bien que la tarea será ahora regresar a sus primeras formaciones. Syvan Esso, una nueva perla de City Slang.
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