Felt

Curioso ejercicio de estilo el de los canadienses Suuns para éste nuevo trabajo, el oscuro "Felt": un disco tan brillante como difícil de digerir, cargado de canciones desestructuradas, electrónica troglodita, vocoders, ambientes distorsionados y puntuales arrebatos de poso post-punk.

No hay oxígeno en todo el disco, todos los temas están envueltos en una atmósfera densa y agobiante en la que se filtran de manera muy puntual pequeños resquicios de luz ("Make it Real" o "Peace and Love", con esos arreglos de saxo): los justos para que el viaje que supone la escucha completa del álbum no derive en el desasosiego. Suuns disfrutan de una producción cruda y por momentos feísta que los puede emparejar con otros maestros de la tensión y las disonancias: las infernales y maravillosas "X-Alt" o "Daydream" no desentonarían en ningún disco de Liars, por ejemplo, y podemos adivinar a lo largo del disco influencias de gurús del Kraut Rock más sesudo en la onda de Cluster o Faust, especialmente en el manejo de los elementos electrónicos y el tratamiento del sonido. En "Baseline" podemos rastrear la omnipotente influencia de CAN, y en temas como "Watch You, Watch Me" o "Look No Further" los de Montreal andan no muy alejados de los Flaming Lips de "Embryonic".

Todo en este disco suena analógico, pesado y repetitivo. Cajas de ritmo vintage creando bases monolíticas, atmósferas oscuras y atonales que recuerdan por momentos a Dalek y melodías de voz circulares que terminan siendo adictivas. Algo de Trans Am hay por ahí también, por lo menos parece que Suuns digieren sus influencias Kraut de la misma forma que los americanos. La voz suena cansada y arrastrada, hastiada incluso, y lo realmente sorprendente es que detrás de tanta oscuridad se pueda adivinar en todo momento el esqueleto de unas canciones de vocación pop (preciosa la frágil e inquietante "Control").

No es un disco fácil, requiere de unas cuantas escuchas para ser disfrutado, y es precisamente esa complejidad y esa densidad lo que dota al álbum de una personalidad propia tan marcada y por momentos ruda y hasta hostil. Escúchenlo sin prisas y con la mente y las orejas bien abiertas, créanme que vale la pena.