¿Un grupo que hace rock psicodélico que tiene una canción que se titula “Tame Impala”? Así es como conocimos muchos a este grupo neoyorquino formado por tres jovencísimos amiguetes (el baterista Jacob Faber, la cantante y bajista Julia Cumming y el cantante y guitarrista Nick Kivlen, todos por debajo de los 21 años), que lanzó su primer EP este pasado 2015 y que ya ha dado más de cien conciertos acompañando a otros emergentes de superior categoría (en visibilidad) como Wolf Alice.
Efectivamente, aquel "Show Me Your Seven Secrets" contenía temas como “Rock & Roll Heathen” que los colocaban en la pole de las novísimas hornadas de la boyante escena neo-psych, e incluso zarpazos fuzzeros como la canción dedicada a Kevin Parker antes mencionada, pero en realidad lo suyo estaba más cercano a unos Blank Realm, con ese aire post-punk pasado de vueltas. En cualquier caso, lo que este “Human Ceremony” demuestra es que Sunflower Bean no van a quedarse en ninguna caverna, tenga el nombre que tenga en la puerta.
Las composiciones de este debut en largo son menos inquietantes, más accesibles y luminosas (de hecho, el único tema que rescatan del EP es el más poppy, “2013”), y en ese camino, el trío cae en el riesgo de terminar convirtiéndose en otra banda indie del montón. Aunque mantengan su personalidad, algo de eso hay, desgraciadamente, y el mejor ejemplo es el chicloso y algo irritante single “Wall Watcher”. El disco arranca muy bien, con las estupendas armonías oníricas y sedantes de “Human Ceremony”, avanza manteniendo ese sonido monástico de las guitarras a medio camino entre The Cure y los Pink Floyd de “The Dark Side of the Moon”, y enseguida se dan muestras de cierto poder electrizante en trallazos guitarreros como “Come on”, “This kind of feeling” o “I was home” (que podría ser la hermana bastarda de “Elephant”). Pero que Julia Cumming se esfuerce en hacer valer su élfico falsete no saca a flote menudencias dream-pop como “Easier Said”, “Creation Myth” o “I want you to give me enough time”. Tampoco ayuda a dejar un sabor de boca memorable el cierre de “Space Exploration Planet”, una tonada que promete muchísimo en su arranque alucinógeno y acaba dejando la cosa a medias en una contención shoegazer que resulta decepcionante. Prometen mucho más de lo que nos han dado.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.