Cuesta mucho trabajo hacer un disco bueno que sea sencillo, que suene actual sin ser moderno y que transmita alegría sin ser una fiesta. Y hay grupos que lo consiguen en tan sólo tres días de grabación, como es el caso de los tejanos Parquet Courts, reubicados en Nueva York desde hace unos años y voluntariamente al margen del hipsterismo y la tontería que florece de forma natural en los callejones más recónditos de Brooklyn.
Con Pavement como referente y con un discurso que se sostiene únicamente en sus buenas canciones, los hermanos Savage y sus otros dos amigos son lo que muchos no pueden ser: herederos de una tradición indie-rock al margen del mainstream, sin tics ni vicios, donde las ideas son más importantes que la interpretación y donde las canciones son más importantes que la producción. “Dear Ramona” suena a verano en la ciudad; “What Color Is Blood” suena a salir por la noche sin demasiado plan y acabar eufóricos en algún bar desconocido; “Viena II” son The Strokes pero sólo de minuto y medio; “She’s Rollin” es un domingo entero de resaca en el sofá con el ventilador al tres, e “Instant Disassembly” es un single ganador de The Clash pero puesto a mitad de velocidad. Apuesto a que tampoco le dan demasiada importancia a las fotos de promoción.
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