Un nuevo disco de Su Ta Gar debería ser todo un acontecimiento para nuestra escena. Pioneros de los sonidos duros en lengua vasca y con una carrera sobresaliente únicamente ensombrecida por periodos de auténtica mala suerte, el cuarteto de Eibar es toda una institución que en pleno 2022 aborda con ilusión la siempre llamativa aventura de publicar un nuevo álbum.
“Alarma”, decimosegundo disco de estudio del combo, es su primer lanzamiento en seis años y en él la banda recupera el pulso que probablemente perdió tras el lanzamiento de “Ametsak Pilatzen” allá por 2011. Tras la gloriosa e histórica trilogía inicial, el accidente de Borxa Arrillaga y una nueva trilogía gloriosa a finales del siglo pasado y principios del presente, Su Ta Gar llegó a 2006 con “Jainko Hilen Uhartean”, su disco más variado y lleno de riesgo que estilísticamente los dejaba en un terreno indefinido. Cinco años más tarde, con el citado “Ametsak Pilatzen”, Aitor Gorosabel, Xabi Bastida y compañía se embarcaron por primera vez en su carrera en un notable ejercicio de revisión de su propio legado. Quizá fuera un movimiento arriesgado ya que Su Ta Gar siempre había mantenido una línea progresiva ascendente amparada en la evolución, el riesgo y la ampliación de capacidades compositivas. No obstante, “Ametsak Pilatzen”, era un disco tremendamente efectivo, a la par que adictivo, que conseguía reproducir la esencia de dos décadas de carrera y envasarla en un disco abrasivo listo para ser usado en una rotaflex.
“Alarma” cierra en sus once cortes una paradoja caprichosa: es un disco brillante y fresco que derrocha empuje y vigor y lo es partiendo de un sonido de heavy metal clásico que siempre se le ha presupuesto a la banda pero que realmente nunca había visitado antes con tanta claridad. Porque pese a que Su Ta Gar siempre ha sido nuestra banda de heavy metal en euskara, ha sido muchas otras cosas. Heavy clásico en los inicios, flirteos con el thrash metal en su debut, abrazan el thrash metal en “Hortzak Estuturik” y lo mezclan con groove en “Munstro Hilak”. Florece el metal progresivo en la trilogía que va de “Agur Jaunak Gizon Txuriari” a “Itsasoz Beteriko Mugetan”. Expande su sonido por nuevos territorios en “Jainko Hilen Uhartean”. Se contrae en su propio universo en “Ametsak Pilatzen” y entra en un vaivén incierto con los dos últimos discos hasta la fecha. Ahora, con “Alarma”, Su Ta Gar revitaliza su sonido mirando al heavy metal europeo de los ochenta, desde Inglaterra a Alemania, y a un hard rock de corte más limpio y melódico, permitiéndose los momentos de introspección en los que acuden a su propio legado de finales de los 90. Y lo más importante, todo ello lo hace sin prescindir de los sellos de identidad que han convertido a la banda en una de las formaciones más importantes de nuestra historia.
La mágica capacidad compositiva de los de Eibar sigue intacta. De una forma pasmosa. Como si no costase absolutamente nada crear riffs, progresiones o estribillos con gancho. “Alarma” es una nueva demostración de Aitor Gorosabel y Su Ta Gar de cómo escribir canciones desde la sensibilidad más absoluta, con un innato equilibrio entre la necesidad melódica y el amor por la potencia. Y es que, hace mucho, muchos y muchas descubrimos que nos gustan las canciones tal y como las escribe Su Ta Gar.
“Alarma egoera”, abre el nuevo trabajo con un repaso a todo lo que la banda ha hecho a lo largo de su carrera. Además, añade el primer acercamiento de los de Eibar a algo parecido al power metal. “Enborra” comienza siendo una canción de garra melódica en la que Su Ta Gar se pierde con gusto a través de un precioso pasadizo progresivo para volver a encontrarse en ese terreno que tan bien maneja entre la agresión, la melodía y la emoción. Es en uno de esos viajes guitarreros en los que la influencia de Iron Maiden se hace más presente. Algo que también ocurre en “Horixe naiz”, canción que nace de un crescendo hard rockero para pasar a refugiarse en la cálida garganta de Aitor. Justo cuando la canción crece, la melodía nos mece con naturalidad en un nuevo estribillo marca de la casa. Es entonces cuando “Horixe Naiz” sigue avanzando, de nuevo, a través de progresiones que los llevan a las faldas de esa montaña del heavy clásico que es Iron Maiden. Los ingleses siempre fueron una referencia para los de Eibar pero quizá la influencia nunca haya sido tan clara como en “Enborra” y “Horixe Naiz”.
La melodía, uno de los grandes activos de la formación de Eibar, está presente en toda la obra pero destaca en tres composiciones: “Infinitoan”, “Astindu hegoak” e “Irrifar bat”. “Infinitoan” es una preciosa composición con alma de éxito que desde su publicación pasó a convertirse en candidata a mejor canción pop del año. Todo en “Infinitoan”, desde el sobrecogedor estribillo hasta el último arreglo de guitarra, recuerda que una de las grandes facetas de Su Ta Gar siempre ha sido escribir grandes canciones. “Infinitoan”, prescindiendo de géneros y clichés, lo es. De una raíz similar a “Infinitoan” parte “Astindu hegoak”, uno de los grandes cortes de “Alarma”. Con una melodía basada en una sólida base pop, “Astindu hegoak” pronto se convierte en un efectivo corte de hard rock melódico por el que Su Ta Gar se mueve con una soltura espectacular. También el cierre de “Alarma” entronca, de nuevo, directamente con “Infinitoan” por su carácter más limpio y melódico. “Irrifar bat” es una power ballad de corte moderno con cierto regusto a un hard rock actual que sobrevive gracias a formaciones como Alter Bridge o Mammoth WVH. El hard rock también aparece en el acogedor arpegio y el punteo inicial de “Harrapaturik gaude” que recuerdan a una power ballad de Scorpions. No obstante, “Harrapaturik gaude” explota para convertirse en un rabioso corte de heavy metal marca de la casa, capaz de ir y venir progresando por diferentes atmósferas.
Aparte de los acercamientos al heavy metal clásico y al hard rock, Su ta Gar parece haber removido su propio legado en busca de inspiración. Así, “Nafarroa 1617”, “Eskertza”, “Erraietan betirako” y “Angra do heroísmo” miran a los ojos a las grandes composiciones que los de Eibar publicasen a finales de los 90 en espectaculares discos como “Agur Jaunak Gizon Txuriari” y “Homo Sapiens?”.
“Alarma” es un trabajo en el que Su Ta Gar recupera el pulso de sus mejores discos y lo hace desde la frescura de sus composiciones. Sin embargo, los cuatro de Eibar no dudan en acercarse a sus influencias más clásicas a la hora de explorar nuevos territorios para su sonido. Además, añaden referencias a algunos de sus mejores álbumes fuera de su histórica trilogía clásica para redondear el ejercicio. Pero, ante todo, “Alarma” es una nueva demostración de la capacidad compositiva de Aitor Gorosabel y los suyos. De su amor por las guitarras, por los riffs, los punteos, el desgarro y de su perfecta combinación con la melodía. Los conciertos de presentación llegarán en marzo. La espera será larga.
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