Passage Du Desir
Discos / Sturgill Simpson

Passage Du Desir

9 / 10
Don Disturbios — 02-08-2024
Empresa — High Top Mountain Records
Género — Alt-Country / Americana

A Sturgill Simpson le gusta nadar a contracorriente. Hacer justo lo contrario de lo que se espera de él. Tras ganar un Grammy al mejor álbum de country por su largo de 2016 A Sailor’s Guide to Earth, se sacudió del todo su sonido más vaquero para abrazar el hard-rock más expansivo en la furiosa banda sonora de una película animada japonesa (Sound & Fury). Después se embarcó en sendos discos de bluegrass tradicional, para acabar con un séptimo disco de estudio titulado The Ballad Of Dood & Juanita en el que narraba en clave western una historia de amor ambientada en la Norteamérica del siglo XIX. Bandazos que volverían loco a cualquier representante y que parecían perpetrados para frenar la progresión de su carrera, y no perder ese halo de malditismo que tanto le gusta y con el que se regodea.

Por todo ello, no nos ha de extrañar que se presente ahora bajo el nuevo alias de Johnny Blue Skies, aunque no haya abandonado del todo la seña identitaria de su nombre para no despistar demasiado. Una nueva encarnación de la que da pistas en “Who I Am”, el tema más Johnny Cash del álbum, en el que dice: “He perdido todo lo que soy incluso mi nombre”. Y por perder en 2021 perdió hasta la voz al sufrir una rotura de sus cuerdas vocales que lo enmudeció durante un tiempo y le hizo replantearse muchas cosas. Entre ellas mudarse a París para, en un proceso de metamorfosis, acabar con Sturgill Simpson y resurgir como Johnny Blue Skies. Y todo ello para volver a la palestra con un disco que es lo más Sturgill Simpson que ha hecho jamas ¿Contradictorio? Muchísimo. Pero así es Sturgill Simpson. Un artista que como Damien Rice o John Fullbright resulta imprevisible.

“Passage Du Desir” es un esplendoroso álbum compuesto por ocho gemas que sacan lo mejor de su autor. Por lo pronto, y pese al accidente con su voz, nos encontramos con un vaquero crepuscular que canta mejor que nunca. Con un dulce tono de barítono que encandila al insensible y enamora al descreído. Y todo ello revestido por un envoltorio sonoro elegante, preciso y dulzón que puede trasladarte del soft-rock más setentero y romántico (“If The Sun Never Rises Again”) a la más elegante psicodelia vaquera, a la manera de Israel Nash, en el que no se escatiman duelos entre guitarra y slide (“One For The Road”). Por el camino te dejará sin aliento en maravillas tan preciosas como “Jupiter’s Faerie” que nos hacen recordar porqué hace ocho años estuvo en boca de todos en unos premios en los que compitió como mejor álbum del año con Beyoncé, Drake, Justin Bieber y la ganadora Adele. Igual hasta lo nominan de nuevo. “Passage Du Desir” lo merece por esa elegancia almibarada que desprende en cada uno de sus cortes, convirtiéndose en uno de esos discos bálsamo capaz de aliviar cualquier pena.

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