Considerado un bicho raro de los de una sola raza fuera y dentro de Brasil, sobre todo en los sesenta cuando fue uno de los artífices del movimiento tropicalista, desde entonces sigue manteniendo intacto su humilde estatus de icono de la vanguardia dentro de la tradición. Un maestro que otorgó una dimensión distinta a la canción brasilera y por ser el más rarito se quedó a la sombra de Caetano Veloso o Gilberto Gil. Y esta caja de vinilos lo atesora. Interesante tratado por su loco y visionario arte. Con clásicos ya universales como “Augusta, Angelica e Consolaçao”, el subversivo “A Felicidade” de Jobim y de Moraes o los -por entonces- vanguardistas efectos de máquina de escribir y sierra mecánica del contemporáneo “Toc”. Con esos dos David Byrne se quedaría loco en el año 86 cuando de compras se le coló “Estudando O Samba”, editado diez años antes, y decidiera proyectar internacionalmente a Tom Zé a través de su sello, el cual ahora reedita “Brazil Classics 4: The Best Of Tom Zé”, el grandes éxitos de su época más revolucionaria iniciada con “Todos Os Olhos” (1973). Una reedición triple que además de un siete pulgadas contiene los posteriores “Estudando O Pagode” y “Estudando O Bossa: Nordeste Plaza”, no tan minimalistas, espontáneos y excéntricos, y en el que el ex Talking Heads deja notar su voz tal cual mecenas en “Outra Insensatz, Poe!”.
A simple and inntlligeet point, well made. Thanks!