Si algo ha demostrado Mary J. Blige a lo largo de su carrera es el enorme poder sanador de la música.Mary siempre nos ha hablado de sus conflictos vitales y sus traumas con una transparencia envidiable. Desde su adicción a las drogas y el alcohol, como de muchas relaciones fallidas del pasado que alimentaron su ira compositiva. Nadie olvida a la Mary de los noventa y con “Strength Of A Woman” recupera, en cierto modo, el espíritu de aquella etapa dorada.
El nuevo álbum de Mary se sostiene en la necesidad catártica de la estrella para iniciar una nueva vida y olvidar sus últimos y dolorosos años. Tras una eterna relación con su exmarido, y agente, Kendu Isaacs. El punto y final llegaría al descubrir que le estaba siendo infiel y, para colmo, llegó a gastar 400.000$ en su amante. Pero, “Strength Of A Woman” no es un disco destinado a relatar la tristeza de Mary al verse sola a sus 46 años tras 10 de relación amorosa. Más bien se trata de un disco para remarcar que no está dispuesta a caer en picado, que ella misma está por encima de todo y que esta batalla solo acaba de comenzar.
Y claro, para hablar de este auto-descubrimiento, del poder de la mujer, de la lucha contra la posición machista que su pareja adoptó frente a la ruptura y lograr sacar toda esa rabia contenida. En la composición no podía unirse a otra que no fuera Jazmine Sullivan. Una estrella RnB especialista en dejar las cosas claras a sus exparejas y demostrar que primero esta ella y después el resto. Y a la que además apoyó desde el inicio de su carrera y se llevó de gira por primera vez con su disco debut. Vamos, que para Jazmine esta colaboración es una especie de regalo por todo lo que Mary ha hecho por ella en su carrera. Pero, no es la única guerrera que pasa por “Strength Of A Woman” para ayudar a Mary a sacar las garras. Priscila Renea (“It’s Me”) o Missy Elliot (“Glow Up”) también cogen fuerte la mano de la estrella para conseguir que este álbum sirva de referente a todas esas personas que estén pasando por una situación similar a la de Mary. Sí, es ese disco que guardas para ponértelo tras una ruptura, subir el volumen, gritar y descubrir que no estás tan mal como pensabas. Si Mary lo ha superado, tú también puedes hacerlo.
Tras aquella buena jugada que fue “The London Sessions” y su cara a cara con Disclosure. Nos gusta ver que la parte más clásica de Mary sigue intacta. Dj Camper lleva el gran peso de la producción del álbum y ha decidido darle prioridad a la voz de la estrella por encima de todo. El álbum se convierte así en una gran pieza de RnB donde las letras, el mensaje, es lo que verdaderamente importa. No tenemos una gran iniciativa de experimentación musical, salvando esa fantástica pista club que es “Telling The Truth” junto a Kaytranada o el guiño funky en “Hello Father”, con el que cierra el álbum. Pero, lo que sí ha conseguido es una colección de composiciones crudas, directas, personales y potentes. Al margen de las figuras femeninas, Kanye West se convierte en una de las fuentes de interés del álbum. Esa apertura con “Love Yourself” deja claras las intenciones de la estrella y se convierte en uno de los temas más interesantes de la carrera de Mary ("You gotta feed yourself / Before you feed somebody else").
Mary ha vuelto a regalarnos un trozo de su diario y nosotros lo acogemos con los brazos abiertos. Ha aprendido a estar sola, tanto en lo personal como en lo artístico. A apoyarse en los amigos y conocerse mejor a sí misma. “Strenght Of A Woman” significa volver a empezar de cero, sin dramas, encontrar su identidad, consolidar aquel camino sonoro que marcó con “My Life II… The Journey Continues (Act 1)” y dejarse de movidas navideñas.
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