Confieso cierta obsesión por la dulzura de la voz de Karolina Komstedt y de las atmósferas de tibia electrónica que ya han dado un lugar de privilegiado orfebre a Johan Angergard, obcecado en darle un trato mimoso y elegante a las canciones, en un disco de canciones, pero menos. Habituales ritmos íntimos y pausados (Vini Reilly podría asomarse un par de veces) se entrelazan con temas bailables como “I Wasn´t Much Of A Fight” y sorpresas por la inclusión vocal de Johan en la breve “This Is The Morning”, pero sobre todo en el movido single “Saturday Night Engine”, un hit sobrado de ironía y un lugar en el que Bis y The Beach Boys conviven con complicidad por el bien de un momento, por el bien de otro buen disco.
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