Suma y sigue. Tras casi una década en el limbo, con el reflotar de los noventa a la vuelta de la esquina, y después de atravesar todos y cada uno de los miembros del grupo una fase de dudas e interrogantes, Stone Temple Pilots han reverdecido con las pilas bien cargadas. Con una ristra de hasta seis álbumes, todos ellos notables, los de San Diego han puesto otra piedra más en su carrera para así edificar su propio castillo. Con un álbum que afortunadamente suena fresco y actual. Lejos de sonar desfasado ni fuera de tiempo, Scott Weiland canta como lo que es, un vocalista diferente y con un timbre reconocible a la primera. Más pop si cabe, aquí daremos con retazos glam, con un sonido más clásico, influencias de The Beatles en el medio tiempo “Dare If You Dare”, con la sombra de un David Bowie que siempre planea en su música, e incluso Led Zeppelin (escucha la guitarra solista en “Hickory Dichotomy” para percatarte de esa cercanía en el sonido). “Between The Lines” es otro tema más a sumar a su larga lista de singles memorables, “Cinnamon” también se postula como tal con un estribillo irresistible, para un disco que recupera a una banda renovada que sigue vigente en pleno 2010. Y que, dicho sea de paso, es toda una hazaña.
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