The Overview

Da vértigo asomarse a la carrera del británico. Pocos artistas cuentan con una colección musical tan abrumadora, en solitario o con su banda Porcupine Tree. Son ya literalmente decenas de discos los que tiene a su espalda un músico tan ambicioso como difícil de encasillar. Semejante incontinencia creativa puede ser arma de doble filo.

Dice la nota de prensa de este nuevo álbum que “The Overview” es el regreso explícito de Steven Wilson al rock progresivo con el que se le ha solido etiquetar un poco a su pesar. Y bueno, la huella de los Pink Floyd de los setenta sigue siendo inseparable del estilo del compositor, como lo son los dejes que evocan al David Bowie clásico. Pero aquí hay de todo: electrónica, cuasi post-rock cinemático, toques de metal, pop inteligente, vanguardia inclasificable…

Lo de Bowie, autor de canciones inolvidables como “Starman" tiene todo el sentido, porque el álbum parte de la experiencia compleja que al parecer tienen los privilegiados que contemplan la Tierra desde el espacio. Sensaciones al parecer contradictorias, que aquí sirven de punto de partida para dos largas composiciones estructuradas en segmentos que se van sucediendo orgánicamente. De igual manera que Bowie se ponía existencial con sus metáforas espaciales, el británico propone un viaje que se hace a la vez cósmico e introspectivo, y que con sus sutilezas y excesos, funciona.

Los dos bloques musicales fluyen sin forzarse y “The Overview” funciona como ambicioso viaje sensorial que nos recuerda también el poder del sonido. Por encima de limitaciones genéricas y asumiendo ciertos postulados que son anatema en determinados ambientes, Wilson es capaz de evocar todo tipo de emociones y sensaciones, sin perder el foco.

Y volviendo al genial británico (Bowie, digo), en ausencia de Radiohead hay pocos artistas capaces hoy de pasar del pop espacial con acústicas y melodías vocales inspiradas al contundente riff de de bajo de “Objects Meanwhile” (con letra de Andy Partridge de XTC); es el corte esencial del LP que condensa el espíritu de un disco en el que merece la pena perderse. Sería tremendo poder escucharlo desde ahí arriba.