Chico y Chica ya no son los mismos, han cambiado de nombre. Ya no son Rosa de los Vientos y Chencho Goñi, ahora se hacen llamar Rose Manfredy y Chen Le Bon, un cambio que se queda en una simple cuestión nominal, ya que, musicalmente, su nuevo disco sigue por los mismos derroteros que su estupendo disco de debut “Sí”: electro-pop bailable, de regusto ochentas, estudiadamente camp e irónico, con las habituales dosis de excentricidad y libertad creativa de las que hacen gala la totalidad de propuestas surgidas del sello Austrohúgaro, un colectivo que hace lo que le da la gana, cuando le gana -algo difícil de ver en una país como el nuestro-. Muestra de ello es la indescriptible radionovela que incluye el compacto, “Puntualísimo” o piezas como “Tarzana”, y el texto que se incluye en el libreto interior del CD, “Crisfer, El Terror de Tupinawa”, que, en palabras del dúo de Bilbao: “es una novela corta de aventuras con una trama ascendente”. No se asusten, Chico y Chica siempre han sido así, si acaso en “Status” llevan su propuesta un paso más adelante, hacia unos extremos que demuestran que no tienen miedo a nada.
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