¿Realmente era necesario esto? ¿Queda algo de los Red Hot Chili Peppers de “Mother´s Milk” (89) y “Blood Sugar Sex Magik” (91)? A juzgar por este “Arcadium Stadium” y su antecesor, el todavía más peregrino “By The Way” (02), poca cosa. Anthony Kiedis, Flea, John Frusciante y Chad Smith levantan un palmo la cabeza para entregar un disco correcto sin más con el que continúan descendiendo a los infiernos de la música pop a base de discos débiles en los que nadan en la mediocridad y la autocomplacencia.
Repiten viejos trucos, los que antes les daban resultado, pero ahora suenan inofensivos. Lo curioso es que, andando cortos de inspiración, se hayan decidido por publicar un doble disco con veintiocho cortes que en su mayoría no hubieran dado ni para caras B en otra época. De los momentos salvables, la semi-inspiradas melodías del single “Dani California” o el divertido y casi convincente funk de “Hump De Bump”. También algunas baladas como “Desecration Smile”, “Wet Sand” y “Snow”, de las que sólo las dos primeras van algo más allá de ser simplemente correctas. O cortes medianos en que se entregan a una poco disimulada nostalgia de su pretérita pegada, como en “Storm In A Teacup” o “Turn It Again”. En el resto del disco suenan confundidos: una banda incapaz de entender en qué momento se les escapó la inspiración. Intentan deshacer el camino, pero siguen sin encontrarse y acaban a la deriva. Siempre se puede intentar recurrir a Hendrix si todo falla, pero gran parte del álbum pasa sin pena ni gloria. Ni así consiguen justificar que suene tan monótono y previsible, tan Red Hot Chili Peppers como sonarían cuatro chavales intentando imitar a Red Hot Chili Peppers. Demasiado lastre.
eres el peor critico que he visto en mi vida y he visto mucho eh?
que pendejo eres en verdad eres un pendejete de mierda .....................................chingas a tu reputisima madre