St. Anger

Cierto que atacaron a Napster, pero ahora son capaces de poner a disposición de sus fans una clave de acceso para bajarse hasta sesenta canciones del grupo (inéditos, directos, etcétera) y un DVD extra que, contrariamente a lo habitual, no es el habitual timo de la estampita (se trata del disco entero interpretado por el grupo en un pequeño local de ensayo). También ha servido como toque de atención a las compañías, puesto que nadie ha podido bajarse nada de Internet antes de la edición del disco, con lo que todo el mundo ha tenido que pagar religiosamente sus dieciocho euros por el disco. ¿Y las canciones? Rudas, primitivas y agresivas. El trabajo de Bob Rock se acerca a algo que podríamos llamar antiproducción. De sonido austero a morir, el disco es un vaivén de riffs monolíticos (no hay casi solos), de cambios de ritmo y de arrebatos metálicos como Metallica no utilizaban desde hace años. Sólido como una roca y con una batería con la que te acabas encariñando por mucho que suene a lata, "St. Anger" nos descubre por lo menos tres futuros clásicos: "¨Frantic", "Shoot Me Again" y el tema titular, la única canción relativamente radiable del conjunto. El engranaje se pone de nuevo en marcha.