Hyacinth
DiscosSpinning Coin

Hyacinth

7 / 10
Raúl Julián — 18-03-2020
Empresa — Domino
Género — Pop

Temporada tras temporada, el número de discos protagonizados por indie-pop que llegan al mercado parece multiplicarse exponencialmente. Una tendencia que difícilmente puede considerarse mala noticia, pero que complica la focalización de esos grupos destacados y de verdad interesantes dentro del género, a los que conviene dedicarles una porción de ese bien limitado que es el tiempo. El segundo disco de Spinning Coin cuenta con suficientes atractivos como para reclamar atención, después de que el grupo en cuestión presente un acertado repaso por diferentes facetas del género.

Si bien el núcleo principal de sus referentes parece focalizarse en bandas con querencia por cierta baja fidelidad (o aparente despreocupación) y melodías sencillas pero de consecuencias casi inmediatas como The Pastels, The Field Mice o The Vaselines, el combo con sede en Glasgow amplía la paleta de colores a lo largo de un total de trece temas, tirando de otros nombres que saltan alegremente entre la diferentes décadas. Unas influencias que van desde Prefab Sprout, Orange Juice o Aztec Camera, pasando por Arcade Fire o Art Brut, además de formaciones escandinavas del tipo de Shout Out Louds o Those Dancing Days –que hace unos años manejaron el pop vistoso con soltura y efectividad–, y hasta alcanzar la aureola mística de Cream o Jeff Beck. El álbum se abre con el medio tiempo “Avenues Of Spring”, antes de dar paso a varios sencillos en potencia como son “Feel You More Than World Right Now” (y su evidente ramalazo glam), “Ghosting”, esa gema pop que es “Soul Trader” o “It's Alright”. También destacan los pegadizos punteos de “Get High”, la espiritual “The Long Heights”, la bonita “Black Cat” en la voz femenina de Rachel Taylor, o el elegante cierre que supone “Thing Of The Past”.

‘Hyacinth’ (Domino, 20) es uno de esos discos luminosos y algo poéticos que siempre sirven para alegrar el día, en una virtud que por sí misma ya sería suficiente a la hora de acometer su degustación. Es una lástima que la referencia no haya quedado concretada en el número redondo de diez cortes, eliminando así alguno de sus eslabones más prescindibles y redondeando el asunto. Pero, en cualquier caso y con este trabajo, Spinning Coin se manifiesta como un buen grupo para colocar en la estantería cerca de nombres también destacados y relativamente nuevos como los de Twerps, The Molochs, Rolling Blackouts Coastal Fever o Corridor.

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