A excepción de sus ya lejanos primeros discos y el consiguiente impacto inicial, la pegada de B.R.M.C. se ha visto comprometida y cuestionada a cada nueva entrega de los californianos. “Specter At The Feast” salva los muebles con cierta solvencia, principalmente gracias a inspirados medios tiempos como “Lullaby, “Some Kind Of Ghost”, “Fire Walker” o la soberbia “Returning”, y algún puntual bombazo del tipo de “Funny Games”, “Rival” o la convincente versión del “Let The Day Begin” de The Call. Sin embargo, junto a los mencionados aciertos también persisten tópicos descarados y cierta densidad irracional que resta credibilidad al conjunto, hasta generar la presencia de algunos tramos de evidente inocuidad. El séptimo trabajo del trío es un álbum tan ciertamente irregular con a la postre digno, gracias a la efectividad y amplio acierto de esa media docena larga de temas destacados que alberga entre su contenido.
Están acabados. Duermen hasta a los muertos.
tu si que estas acabado tio , este disco tiene una produccion metida cosa fina.
Sí, el disco en conjunto es algo irregular y no termina de ser redondo, pero para ser tan irregular como dice el artículo, nombra 7 de las 12 canciones... tan mal no estará o no sabemos muy bien qué decir...