Speak Now (Taylor's Version)

“Promise that you'll stand by me forever / but if, God forbid, fate should step in / and force us into a goodbye / if you have children some day / when they point to the pictures / please tell 'em my name / tell 'em how the crowds went wild / tell 'em how I hope they shine” es uno de los versos de 'Long live', la canción que cerraba la edición estándar de 'Speak Now', y que además contenía una de las líneas más famosas de Taylor Swift: “it was the end of a decade / but the start of an age”. Se dice que 'Speak Now' fue el salto de madurez de la de Pensilvania, tanto en la forma de tratar ciertas temáticas (esas frases con la que empezamos la reseña son un ejemplo) como en sonido (del country que coqueteaba con el pop pasamos a un sonido general pop-rock) y, lo que era una de las principales intenciones de Taylor, compositiva. Y es que 'Speak Now' es el primer -y único- álbum escrito enteramente por ella. Es importante remarcar eso de “y único”: probablemente la seguridad ganada por Swift aquí le hizo colaborar en adelante con gente sin sentir que iban a menospreciar su capacidad compositiva – o pensar que, si lo hacían, ya no le importaba tanto.

Recordemos que lo de Kanye y los VMA ocurrió justo antes de este disco (y, de hecho, lo recogen temas como 'Innocent', aunque de manera mucho más sutil que un 'Look what you made me do'), así que tiene sentido que la autora de 'Midnights' tuviese la necesidad de “demostrar” lo que después se le ha reconocido incluso por parte de quienes no soportan su música: que tiene un enorme talento para la composición. Y la verdad es que aquí hay magníficos ejemplos de eso: la mencionada 'Long Live' lo es, pero también lo son 'Sparks Fly', 'Dear John', 'Back to december' o la joya que en un principio iba a darle título al disco, 'Enchanted'. Esta última muestra cómo Taylor combina ese tratamiento más adulto con las historias de cuento de hadas contadas con la maestría que ella sabe ponerle, como ocurre también en 'Mine' o 'Speak Now'. Menos orgánicos sonaban los intentos de “elevar” su estatus artístico dándole una pátina de rock a lo Evanescence, como en 'Haunted' o 'Better than revenge'.

Como en sus anteriores regrabaciones, Taylor ha contado con Christopher Rowe para la producción de las ya conocidas, y se ha reservado a sus inseparables Jack Antonoff y Aaron Dessner para las inéditas, esos “from the vault” que, en teoría, pertenecen a la época en que se lanzó el disco (“en teoría” porque las dudas siguen siendo razonables con temas como 'Mr. Perfectly Fine', o aquí con una 'I Can See You' que no parece pegar mucho con su imagen en ese momento). De esas inéditas, destacan especialmente la colaboración con Hayley Williams de Paramore 'Castles Crumbling' (cuya producción recuerda a la de 'folklore/evermore' y su título a 'Call it what you want', una de sus mejores canciones), 'When Emma falls in love' (donde vuelve a lucirse como storyteller) o 'Timeless' (directa al corazón con lo que parece la historia de amor que vivió su abuela). Frente a ellas, 'Foolish One', 'Electric Touch' con Fall Out Boy o el single 'I Can See You' pasan más desapercibidas.

Su voz, lógicamente, ha variado, y esto da una nueva vida a canciones como 'Innocent', que ahora parece hablar de ella misma en ese “thirty-two and still growing up”, pero eso de revisitar no funciona tan bien cuando se quiere poner la óptica actual a letras que escribió hace más de diez años: un poco absurdo el cambio de 'Better than revenge' para no hacer slut-shaming. Como argumentaba Larisha Paul en Rolling Stone, hacer estas correcciones “no concuerda con su objetivo de mantener el valor original de las grabaciones después de que fuesen manoseadas y vendidas sin su permiso”. En cualquier caso, 'Speak Now (Taylor's Version)' es una estupenda manera de acercarnos a un álbum que, pese a sus defectos, era valiente y bastante interesante, y que, visto ahora, resultó ser una ventana a lo que Taylor Swift sería capaz de hacer más tarde. Eso sí, sus casi dos horas puede que lo hagan de difícil digestión para gente ajena a su universo.