Annette

Absoluta locura la de Sparks desarrollando junto a Leos Carax un proyecto como “Annette”. A veces brillante, a veces tedioso y agotador. Lo que en principio iba a ser un nuevo álbum de los hermanos Mael, ha terminado siendo una película con Marion Cotillard y Adam Driver como protagonistas. Estrenada en el pasado festival de Cannes, La historia se nutre completamente de unos temas que bailan entre el melodrama, lo orquestal y el clásico tono glam y arty al que suelen recurrir los propios Sparks en sus entregas. Un film tan libre como ahogado en el exceso de protagonismo del personaje de Adam Driver y su egocentrismo. Y claro, algo parecido le pasa a la propia banda sonora. Menos mal, eso sí, que podemos disfrutar de ella un poco más gracias a la participación de Marion que, al margen de sus pocos minutos en pantalla, fortalece la parte musical salvando algunas de las escenas más icónicas de la película.

Posiblemente el mejor momento tanto de la banda sonora como de la película llega con ese divertido inicio que es “So May We Start”. El tema con sonido más clásico a Sparks de toda la banda sonora, con ese toque new wave con piano infinito. Una canción perfecta como presentación de cada uno de los personajes y una celebración de esa especie de “cuento de hadas” que está dispuesto a contarnos Leos Carax. También influye que es el único corte en el que la presencia de los hermanos Mael tiene verdadero peso. El resto del espacio en la banda sonora, como era de esperar, está cedido a los propios actores y sus historias. La voz de Marion Cotillard es cálida y poderosa. Sabe tapar a la perfección todas las debilidades de Adam Driver como cantante cuando les toca hacer una colaboración. Y, además, se hace grande pisando todo lo que le rodea cuando vuela en el “Aria” de su personaje y nos deja con la boca abierta. Una pena que a nivel cinematográfico no podamos conocer mucho más del mundo de esa gran estrella de la ópera, de sus debilidades y sus fortalezas. Una pena que el personaje esté desarrollado únicamente como apoyo del personaje de Driver.

El tema más icónico de toda la película es posiblemente ese “We Love Each Other So Much” en el que une todas las historias de amor de esta en una sola. La supuesta canción de Henry y Ann con momento de sexo incluido; las emociones guardadas del personaje de Simon Helberg; los secretos de Annette… Un tema que salta de música de cámara al euro-disco a través de ese recorrido en moto que lleva a tantos lugares a Adam Driver. Y que, además, huye un poco de esa nube barroca que contamina prácticamente todo el álbum. Exceptuando, por supuesto, de nuevo a esa Marion Cotillard dulce y delicada que consigue generar una intimidad envidiable en “Girl In The Middle Of Nowhere”. El propio Leos Carax les pidió que cantaran durante la grabación de la película y evitaran así el lip sync. Y bueno, hay que reconocer que es bastante admirable aguantar vocalmente algunas escenas de la película sin apoyo del estudio. Sin embargo, también es cierto que de esta forma las carencias salen a relucir mucho más y una gran prueba de ello es esa “Let’s Waltz In The Storm!” que agoniza entre la postura alcoholizada del personaje de Adam Driver y la desesperación de Ann.

En definitiva, la banda sonora de “Annette” es un perfecto reflejo de lo que ha acabado siendo la película en sí. Posee grandes momentos como ese corte inicial que no consigues sacarte de la cabeza y, sin embargo, algunos otros caerán en el olvido más allá de ser únicamente temas de apoyo a escenas que empujan la trama en pantalla. A estas alturas de la partida, a Sparks se les pude permitir cualquier cosa. Son unos creadores libres y lo que es indiscutible es que este proyecto es un enorme punto a favor en su carrera. Nos guste más o nos guste menos ya se trata de un musical que ha pasado a la historia del cine. El siguiente paso sin duda será el camino a los Oscar, ¿tendrán nominación como Mejor Banda Sonora? Casi seguro que sí.