No es que la sombra de Triana sea alargada, sino que es alargadísima. Su legado para la música nacional es inconmensurable y hemos tardado un buen montón de años en reconocer realmente su valía. Por el camino, ha hecho falta que el rock se viera apadrinado por Enrique Morente en “Omega”, y es que su voz y la de Lagartija Nick también tienen mucho que decir en la forma de explicar este cuento. También la de bandas más actuales y desconocidas para el gran público como Atavismo, Viaje a 800, claves para el mantenimiento del rock andaluz de tintes progresivos o ya, de manera más reciente y más mediática, Los Estanques y el boom de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. El caldo de cultivo estaba preparado para que una de las llamadas súper bandas apareciera en el mercado. Y así ha llegado Calizo. Formados por Víctor “Pitu”Frutos a la voz (MamaFunko, Aurora & The Betrayers), Jose “Funko” a la guitarra (MamaFunko , Speak Low, Aurora & The Betrayers, Gipsy Power), Javi Vacas al bajo (Vacazul, 3000 Hombres, Los Reyes del KO, Sex Museum, Los Coronas, Corizonas) y Roberto Lozano “Loza” a la batería (Sobrinus, Sex Museum, Los Coronas, Corizonas). Casi nada. Un seguro de vida ya desde su currículum. Algo que confirma su disco de debut, “Soy la montaña”, que llega después de ese EP editado en 2022 y titulado “Pájaro de Agua”.
Arranca hostilidades sonoras “Pájaro de Agua”, que ya conocíamos del citado EP y que la banda confiesa basada en la obra del ilustrador Moebius –como la propia portada de este álbum—. Un tema cargado de fusión en el que el stoner y lo andaluz se dan la mano con algo de psicodelia. “Cristal y Papel” sigue esa línea Kyuss, pero en lugar del desierto de Sonora, es Tabernas quien aparece en primer plano ¿Desert Rock Ibérico? Por ahí le va. “Amanecer”, segundo tema que recuperan de “Pájaro de Agua”, sí que es puro Triana y, de paso, uno de los mejores momentos del disco. Una maravilla de canción. “Ritual de la Serpiente” es de lo más psicotrópico del lote, cargado de imágenes delirantes y de oníricas situaciones. Con “Tormenta” llega el toque acústico y un acercamiento más al flamenco pero, al analizarla, uno se da cuenta que incluso el country y el espagueti western están presentes. “Soy la montaña” aparece marcada por su riff inicial, pero rápidamente evoluciona hacia diferentes lugares. En ella encuentras a Queens Of The Stone Age, pero también a Antonio Arias, a Bauhaus, a Lole y Manuel o a Cage The Elephant. En “Luna Negra” aparece lo árabe y el progresivo pone una de sus cartas sobre la mesa con sus casi siete minutos de duración. Y ojo que le echan arrestos, porque se atreven a continuación a versionar el “Manhattan” de Leonard Cohen como ya hicieran Morente y Lagartija Nick ¡y dan nuevos brillos al tema! Quizá la sublimación actual del rock andaluz. Cierra “Como el árbol”, algo más convencional, si es que esa definición cabe en Calizo, cosa que dudo. Directa y firme es un buen cierre y deja buen sabor de boca. Lo que necesitábamos de un disco como este, de muchos, muchos quilates.
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