Pero comprende y goza de los entresijos del synth-pop de los ochenta y de la buena música dance; y al fin no ha podido evitar echarse al monte, digo, a la pista. A diferencia de ejemplos recientes, el salto electrónico de Souvenir es limpio y fluido, sin traicionar su personalidad, usando de pértiga las guitarras reverberadas y el twang marca de la casa. De alguna forma, retienen la sensibilidad que les caracterizaba: “64” se puede bailar mientras se piensa. O incluso se puede pensar mientras se baila, que dirían Hernández y Fernández. Desde el tremendo bajo sintetizado inicial de “Accident à Londres” (con deuda a “Fade To Grey” de Visage), pasando por el sudor casi italo de “Les Surfeurs”, hasta el final, dónde esperan dos joyas (“Allô, Allô” y “Rumeurs”), es un no parar con breve descanso en “Sous-marin” y una Patricia con más fuerza y convicción que nunca. Si se suelta la melena en directo, se convertirá en la Mylene Farmer española. En fin, lo de siempre, lo firman Raveonettes y se plantan en todos los festivales del verano. Pero como Souvenir son de Pamplona...
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.