El que la influencia de The Stooges y The Velvet Underground haya sido asimilada por tantas bandas contemporáneas tiene mucho que ver con la irrupción en los años ochenta de Jason Pierce y Peter Kember al frente de Spacemen 3. También el gusto por las atmósferas que hicieron suyas My Bloody Valentine y que a la postre derivaría, ya rebajadas las dosis de peligro, en el movimiento shoegaze. En “Sound Of Confusion” (1986), su primer disco, parecen recién salidos del local de ensayo, rugientes, haciendo evidentes sus deudas con el sonido garage -incluyen una versión del "Rollercoaster” de 13th Floor Elevators-. Y pese a que por lo general se considera su disco más flojo, creo sinceramente que se trata de una extraordinaria colección de canciones, de la que de hecho se recuperan dos temas para el directo “Performance”, grabación un tanto fría que data de 1988 y no termina de reflejar la energía volcánica sobre un escenario de la banda de Rugby. Tirón de orejas para una rácana edición que desde fuera puede dar el pego -reproduce la carpeta de un vinilo- pero carece de notas interiores.
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