La cruz

Haber nacido en Ceuta, residir actualmente en Granada y tener 26 años son, cuando menos, ingredientes interesantes a la hora de ofrecer una propuesta musical. Es el caso de Soto Asa, que goza de la juventud, frescura y apertura de mente suficientes como para ser considerado referente en el inabarcable mundo de la música urbana. Ha conseguido desmarcarse del rebaño creando un universo propio en el que reina la estética arcade, el imaginario japonés y ritmos de géneros musicales tan peculiares como el raï, procedente de Argelia.

La cruz es la nueva mixtape del artista, en la cual se atreve a experimentar con el trap para acercarlo al reggaetón sin ningún tipo de prejuicio. Las letras son duras y oscuras, pero el ritmo digno de ser pinchado en la pista de baile. Y esa es una combinación complicada de llevar a cabo si lo que buscas es permanecer en el underground y no caer en la radiofórmula. Sin embargo, Soto Asa sabe con quiénes rodearse para no desviar su visión y sonido: con nada menos que La Vendición Records, el sello discográfico independiente que apuesta por la “música de la calle”. Y formar parte del club supone, por supuesto, que Yung Beef o La Zowi colaboren en tu proyecto e inevitablemente suban el nivel. O que el productor DJ Florentino (Bad Gyal) asome la cabeza en algún tema.

Hasta aquí, todo bien. Pero La cruz desgraciadamente no pasará a la historia dentro del trap nacional. Quizá porque ni siquiera lo esté buscando su autor. De hecho, no resultaría extraño que esta mixtape tuviera el mismo objetivo que la gran mayoría de canciones urbanas de hoy en día: satisfacer el oído -y el cuerpo- durante unos minutos, pero ser olvidada en meses. Es cierto que existen temas como Un novio de la muerte, Paris, Iahla o LaNesesito que hacen click en alguna parte de nuestro cerebro. Pero, en general, algo nos dice que Soto Asa podría haberlo hecho mejor. No obstante, pensar eso sobre un artista que acaba de despegar hace relativamente poco no está nada mal, ¿no?