Un año después de entregarnos su primer LP, Sophie publica una entrega donde precisamente nos aporta una nueva visión de su debut mediante un conjunto de remixes y alguna que otra canción que se había dejado en el tintero. En formato de disco doble, la artista escocesa acentúa más que nunca los sonidos metálicos de sus canciones, logrando que el carácter hiperactivo que acompaña a sus melodías se vea fortalecido. Desde efectos laser gun hasta un aumento considerable de las revoluciones originales, recursos de lo más diversos para retorcer al máximo sus composiciones e incluso hacer que sea difícil relacionarlas con su versión original, algo que por ejemplo ocurre con “Ponyboy”.
Los temas inéditos presentados encajan a la perfección con el concepto de una electrónica líquida y maleable, provocando que piezas como “XTC Acid” o “Push Emissions – Whore Moans” continúen la estela de ritmos cortantes, abruptos y capaces de exprimir al máximo el efecto de juegos vocales de lo más susurrantes. Sin lugar a dudas todos estos nuevos encajes musicales hubiesen resultado mucho más desconcertantes en el disco original, sintiendo como en esta ocasión todo se dirige de una forma muy directa a la faceta que presenta la artista en sus puestas en escena en formato DJ set.
A lo largo del trabajo vamos a poder comprobar como en ciertos puntos Sophie se acerca de buena forma a la agresividad propia de artistas de Perth Records como Yegua, ofreciéndonos una visión a medio camino entre lo visceral y lo místico en temas como “Pretend World – Shop Front”. Esta faceta a la postre encaja buenamente con la línea a desarrollar a lo largo del trabajo, sintiendo muy de cerca como al final la disposición de los cortes se encuentra perfectamente medida para que la escucha nos deje casi sin aliento y otorgue la completa sensación de estar ante una sesión que alcanza sus momentos álgidos hacia su mitad.
Tanto trabajando sola como al lado de figuras como Doss, BC Kingdom o Bibi Bourelly, Sophie logra alejarse por completo de la etiqueta PC Music, haciéndonos ver cómo es capaz de adaptarse a diversos géneros sin perder las inconfundibles texturas frías y robóticas que plagan sus temas. Un nuevo triunfo de la que seguramente se la única estrella de pop electrónico que ha alcanzado este estatus dejando de lado cualquier tipo de patrón a seguir.
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