La pequeña gran revolución de SOPHIE llega con un LP debut que transmite a nivel musical una enorme honestidad creativa, unas inmensas ganas de reivindicar el pop y poner patas arriba la percepción de este genero, y su uso, en la industria actual. “Oil of Every Pearl’s Un-Insides” (MSMSMSM, 2018) nos descubre al fin la verdadera cara de una estrella oculta entre la producción de grandes figuras de la música (Madonna, Vince Staples, Cashmere Cat). Un rostro dispuesto a construir su propia atmósfera en la que crecer en total libertad y acoger a todos aquellos que lo necesiten.
La carrera de SOPHIE ha dado un enorme salto desde que la conocimos allá por el año 2013 con “Nothing More to Stay”. Al igual que su auto-aceptación, aquel pop experimental chicloso de pista de baile, repleto de sintetizadores, ha terminado enriqueciéndose y convirtiéndose en una masa mucho más grande e interesante de analizar. Pese a sus prejuicios de modernidad y su imagen artificial. Curiosamente, por encima de todo, lo más importante para SOPHIE es crear música que provoque una respuesta emocional, que nos haga sentir algo. Por esta razón, la artista humaniza cada beat dejando una historia tras ellos. De ahí que “Faceshopping” se haya convertido en el himno perfecto para desnudarse frente a una sociedad de filtros y perfiles falsos. Para hacernos pensar en si verdaderamente somos libres o nos ocultamos constantemente entre máscaras.
“Oil of Every Pearl’s Un-Insides” comienza mostrándonos el lado más frágil y vulnerable de la artista con “It’s Okay to Cry” tema en el que deja por primera vez de lado a Cecile Believe (Mozart’s Sister), la voz de sus temas, para cantar y relatar ella misma su propio mensaje (Just know you've got nothing to hide. It's okay to cry). Pero, poco dura esta imagen tan débil cuando con “Ponyboy” saca su lado más sexual y fetichista. No solo por la letra, también por esos graves que construyen la base y esa distorsión que abraza una voz casi pornográfica. Y es que, como hablamos, con su primer largo SOPHIE busca crear una especie de manifiesto para su generación en el que predomine la transparencia, no existan limitaciones y sirva como ejemplo de fuerza y superación. A lo largo del LP vivimos un viaje en el que melodías poperas y bases más pesadas se abrazan construyendo una nueva era. Tecno, disco y hasta ambient (“Pretending”). Todo movimiento es bien venido para conseguir que el pop vuelva a vivir una etapa dorada. SOPHIE se ha encargado también de la producción de todos los temas y curiosamente no ha querido recurrir a ninguno de sus amigos de PC Music, con los que mantiene una estrecha amistad. No reniega del mainstream, más bien lo que quiere es enriquecerlo. Intentar generar propuestas que aúnen a la vez piezas experimentales con sonidos sencillos y fáciles de consumir por un público más amplio. Es ahí donde entra “Immaterial”, tema estrella que respira el mismo aire de todas las colaboraciones que ha realizado anteriormente con Charli XCX.
“I thought that I could see a whole new world”. Potente, esperanzador y cargado de energía es ese cierre hardcoreta con “Whole New World/Pretend World” que pone punto y final a “Oil of Every Pearl’s Un-Insides”. Tema que remarca una vez más la fuerza con la que SOPHIE ha irrumpido en la industria. Está claro que quiere convertirse en la perfecta líder de una nueva era musical en la que el pop no se conforme únicamente de melodías y letras huecas. Quiere demostrar que este género puede cargar con el peso de mensajes sociales, ser la voz que represente a una nueva generación, y tiene tablas suficientes para conseguirlo.
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