En 1967 Leonard Cohen contaba con treinta tres años y una exitosa carrera literaria a sus espaldas, por la que llegó a ser comparado con James Joyce en las páginas de The Boston Globe. Sin embargo, la música era un recuerdo de juventud del que apenas quedaban rastros hasta que Judy Collins grabó “Suzanne”, una canción del canadiense cuya letra ya se había publicado en uno de sus libros de poemas.
En cierto modo, Collins versioneó la canción antes incluso de que ésta existiera, y empujó al maduro escritor a enfrentarse a todo un álbum de composiciones propias, este “Songs Of Leonard Cohen”. En un tiempo (1967) en que los cantautores seguían la senda de esa supernova que era Bob Dylan, Cohen abrió la puerta a una nueva forma de entender la colisión entre pop y folk, marcada por un fuerte componente literario, temáticas más íntimas -el hombre en el mundo en vez de frente a él- y, sobre todo, por una peculiar forma de interpretar las canciones a partir de recursos espartanos y un registro de barítono que le han granjeado la admiración de la escena folkie tanto como de la siniestra. Además, la reedición de uno de los debuts más sobrecogedores de la historia del pop llega en formato libro de tapa dura, con las letras y dos canciones más extraídas de las misma sesiones: “Store Room” y “Blessed Is The Memory”.
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