Songs Of Innocence

U2 se pasaron toda la década de los ochenta -y parte de los noventa- superándose constantemente como banda, disco tras disco, gira tras gira. Ello les valió un merecido pase al Olimpo de los grandes de la historia del rock. Desde “Zooropa” (1993), sin embargo, su madurez artística dejó de seguir el mismo camino ascendente, y empezaron los baches. “Songs Of Innocence” llega cinco años después de “No Line On The Horizon”, con el aura de ser el disco en el que los irlandeses más tiempo han estado trabajando: desechando ideas, mejorando y trabajando otras hasta dar con los once temas que lo forman.

Para darlo a conocer, han tirado del efecto sorpresa, que empieza a estar de moda entre las grandes estrellas del mainstream desde que NIN o Radiohead lo inauguraran hace unos años. Pero al contrario que discos como “In Rainbows” o “Beyoncé”, “Songs Of Innocence” no está a la altura del hype de su lanzamiento. Así como “How To Dismantle An Atomic Bomb” y “No Line On The Horizon” sobrevivían a las inevitables críticas que rodean el controvertido estatus de una banda como U2 y se demostraban como sólidos trabajos, lejanos a sus grandes hitos pero consistentes entradas en su discografía, su nueva obra de estudio parece más bien un flojo tributo a su pasado.

Autohomenaje sin chispa, con tan solo algún que otro resquicio de brillantez, como “Every Breaking Wave” o “The Troubles”, junto a Lykke Li, una de las tres canciones producidas por Danger Mouse, injustamente olvidadas y relegadas al final. El resto parecen fotocopias desdibujadas, que recuerdan a U2 por los cuatro costados, pero que carecen del fulgor que nos cautivó e hizo encumbrarles hace décadas.

Más miedo da el hecho que se hayan apresurado a anunciar que una segunda parte, “Songs Of Experience” (en referencia a la obra de William Blake), está ya preparada. Estrategia que recuerda la que Metallica utilizó para tratar de acallar las críticas a su “Load”, y que finalmente demostró peor al remedio que a la enfermedad. No, para nada “Songs Of Innocence” es la mejor obra de los irlandeses desde “Zooropa”. Más bien, por desgracia, es su peor trabajo desde “Pop”.