Con un título que refleja al cien por cien su música se nos presenta lo nuevo de My Dying Bride, auqnue a estas alturas quizás no sea necesario que nadie nos informe sobre cómo va a sonar lo nuevo de los de Yorkshire. Desde la sempiterna oscuridad explorando los rincones más lóbregos del alma humana hasta momentos de una luminosidad cegadora comparables a los flashes más resplandecientes de Neurosis.
Siguen en la línea de retorno a su sonido más primitivo como en “The Dreadful Hours”, aunque por momentos la composición deviene más dura, algo que también ocurre con la voz de Aaron. Tampoco dejan a un lado sus fantásticas armonías, esas que solamente ellos han sabido crear y que se elevan gracias a los teclados de “The Wreckage Of My Flesh” o la majestuosidad de “My Wine In Silence”, un tema melancólicamente tranquilo. También deberíamos destacar “Catherine Blake”, con unas andanadas rítmicas impresionantes y unas voces cercanas al black metal. Como conclusión podríamos decir que My Dying Bride se mantienen en sus coordenadas, aunque aportando quizás algo más de melancolía y desolación a sus piezas. Por tanto, espectacular.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.