En ocasiones la vida te premia con experiencias transformadoras que suponen un antes y un después en tu existencia, otorgándote vivencias y lecciones que lo cambian todo. Aunque éstas sean voluntarias y sea uno mismo el que decide lanzarse de cabeza a por ellas, nunca es plato de buen gusto afrontar las vicisitudes que un cambio de semejantes magnitudes conlleva. Mudarte, asentarte, adaptarte. Y cuando parece que todo está bien y le has cogido el tranquillo a esta nueva rutina, suena la campana y te toca recoger y prepararte para el inevitable regreso. Suena sencillo, ¿verdad? Pero nadie vuelve siendo el mismo después de algo así. Una lucha de sentimientos encontrados y adversos que Enric Verdaguer logra testificar con excelente acierto en su primer trabajo como Henrio, el alter ego de este artista catalán que pone voz a un sentimiento tan común como es la supervivencia al exilio contemporáneo.
“Somewhere, Sometimes” es algo más que un debut. Es una oda a lo vivido y a lo que se ha evitado vivir. Un mosaico de sentimientos crudos y sobre-expuestos que nos hablan del ir y venir de un protagonista que puedes ser perfectamente tú, y de todos los estadios que tienen lugar a lo largo de una experiencia tan cercana como la narrada. Dadas las circunstancias, no es de extrañar que un viaje de esta índole empiece marcado por la nostalgia, tal y como versa su corte de apertura “Wandering Nostalgia”, que entre cálidos acordes nos pone en esa tesitura tan honda que marca la idealización del ayer y de esos pequeños detalles que antes no eran nada (o incluso eran detestables) y ahora son maravillosos y desearías fervientemente que formaran parte de tu realidad inmediata. Pero estos se han ido, es así, y tu presente actual, frío y desnaturalizado, es el que toca afrontar con la mejor de las actitudes. Así que allá vamos, tal y como arranca “Blue In Your Eyes” (el segundo pasaje de esta travesía, compartida a doble voz con Eliot Alma). Inevitablemente, y sin que tú seas consciente, te sacudirán de arriba a abajo las dudas y una serie de multiversos se plantearán en tu cabeza generando diferentes escenarios con respecto a quién hubieras sido si hubieras permanecido en la casilla de salida y nunca hubieras dado el paso a cambiar de vida (“Tot el que has deixat de fer”). Pero torturarse con semejantes hipótesis no traerá nada bueno, así que, aunque duela, comenzarás a apreciar los detalles de tu nuevo entorno (“Down The Road”) y hasta decidirás hacer amistades del todo variopintas (“Friends Of All Kind”). Pero no te engañes, porque aunque te avergüence reconocerlo, no podrás evitar sentirte como un pez fuera de la pecera y tendrás tus días, mejores y peores, donde hasta los festejos se sentirán incompletos por ese eterno sentimiento de desubicación permanente que te invade (“Inside & Out”).
El colofón final para que un discurso tan sentido y redondo consiga tocarnos bien adentro lo pone el propio artista de Igualada, haciendo gala de un regular pero brillante estilo que tan pronto bebe del pop minimal catalán (“Jo que tant t'estimo”), como nos remite al mismísimo Sufjan Stevens (“Colours In The Darkness”). Una suma de factores y una joyita redonda que confirma que ninguna experiencia es en balde, por mucho que ésta nos las haga pasar canutas.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.