En la portada del nuevo disco de Devo, el primero de estudio en veinte años, una bella damisela de diseño casi sintético hace el ademán de comerse el famoso Energy Dome, el inconfundible gorro que desde “Freedom Of Choice” acompaña a los de Akron. El imposible sombrero ha cambiado de color, ahora es azul, y los Devo de 2010 lo han acabado desterrando, de forma inesperada, en favor de una máscara a lo Fantasma de la Ópera más que resultona. Ahora bien, no se equivoquen, a pesar de esos cambios de imagen “Something For Everybody” nos presenta a los Devo de siempre. Eso sí, con una producción moderna firmada por Greg Kurstin (Lilly Allen, Kylie Minogue, Peaches) que lejos de restar enteros al sonido clásico de la banda, lo endurece con unas programaciones y unos teclados más contundentes que rejuvenecen, lo justo, al veterano grupo liderado por Mark Mothersbaugh. Decir que todas las canciones de “Something For Everybody” son buenas sería faltar a la verdad, pero eso no es óbice para afirmar que es un retorno digno que presenta más de un rompepistas (“Fresh”, “March On”, “Sumthin’” y “Mind Games”). Si a eso le sumamos que el carácter sardónico, bizarre y nerd de Devo sigue intacto (solo hace falta ver el libreto interior y escuchar canciones como “What We Do”), bienvenidos sean de nuevo.
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