Exactamente un año después de su último disco, Tiersen vuelve al ruedo con un nuevo álbum en el que, si bien mantiene ciertas pautas que ya descubrió en su trabajo anterior, como el post-rock y la tendencia a la épica y las atmósferas, se inclina también hacia al sonido vintage ochentero de gente como Cocteau Twins. Mezclado de nuevo junto a Ken Thomas (Psychic TV, M83, Sigur Rós…), la musicalidad árida y grandilocuente alcanzada en “Dust Lane” a base de electricidad y de sintetizadores se ve violada aquí por una estructura de las canciones más anárquica, con juegos vocales, samplers arriesgados y coqueteos shoegazer. Hay grandes canciones, por supuesto. La coreable y algo marciana “I’m Gonna Live Anyhow”, con esa intro a lo Cocorosie poblada de sonidos bizarros que parecen sacados de juguetes viejos, o “The Gutter”, en la que Tiersen coge prestado de Godspeed you! Black Emperor el recurso del sampleo de discurso político sonorizado por un pasaje musical épico y profundo. Aprueba con nota, que es algo que ya se podía esperar de un artista de su nivel, pero seguramente no llegue a sorprender y emocionar tanto como “Dust Lane”.
Es más malo que arrancao.