El retorno en solitario de la gran dama del rock independiente norteamericano (después de «Murder, Misery And Then Goodnight», la colección de canciones de los Apalaches que sólo puede conseguirse por correo) es una de las grandes noticias del año. Con la producción (algo excesiva en algunas ocasiones) de Trina Shoemaker, ganadora de dos Grammys por su trabajo para Sheryl Crow, «Sky Motel» es un disco difícil, esquivo, tanto por su sonido, lleno de contrastes y cambios de ritmo e intensidad; como por las (como siempre) crípticas letras de la Hersh. Quizás esa dificultad se deba a que, según declara, este es el primer disco en el que no se ha limitado a capturar las canciones que poblaban su mente (!). Sin embargo, con un poco de paciencia nos encontraremos ante un trabajo compacto, en el que destacan el himno «Cathedral Heat» (¿soy el único al que le recuerda a REM?), la atmosférica «Husk», la cambiante y algo hippie «Echo» (primer single) y la pegadiza «A Cleaner Light» entre un conjunto de canciones que saben saltar de lo acústico a lo eléctrico y de lo íntimo a lo épico con una sencillez (y una contundencia) más que destacable. Una vez más, un gran disco.
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