Ya es un clásico arrancar un texto sobre Liars recordando que hubo un tiempo en que caminaban al paso de la tendencia. En realidad mucho llovió desde aquello, la banda cambió y el desde entonces trío ha desarrollado una carrera lo suficientemente importante como para que empecemos a fijarnos exclusivamente en lo que ha pasado desde “They Were Wrong, So We Drowned” (2004). Por ejemplo, el retorno de “Liars” (2007) al pulso rockístico. O que una vez zanjado el autoexilio berlinés, “Sisterworld” -un estado de ánimo, un oasis mental más que un disco, tal y como aseguran en las entrevistas- es lo más accesible que Angus y compañía han facturado desde su debut.
Empezando por ese arranque casi soul que es “Scissors” o las cuerdas que conducen “No Barrier Fun” dándole un aire a lo Blonde Redhead. Entre restos de la brutalidad de antaño y por encima de todo, llaman la atención medios tiempos ambientales con la tensión siempre a punto de estallar, como ese “Too Much Too Much” de cierre que parece un cover encubierto del “Practice Makes Perfect” de Wire. Remata la jugada un disco de remezclas y reinterpretaciones que en algún caso hasta mejoran los originales, con Alan Vega, Thom Yorke, Devendra Banhart, Melvins…
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