Hola

Fieles a su periodicidad habitual, Single retornan tras seis años de espera. Como no podía ser de otra manera, “Hola” cambia de nuevo las coordenadas respecto a su anterior trabajo discográfico. En este caso, “Rea” (2014), un álbum donde cobraba presencia la versión más colorista y bailable de Teresa Iturrioz e Ibon Errazkin. No en vano, para la ocasión, la pulsión dub ha sido reemplazada por un lustroso ajuar acústico en cinemascope.

Pero que nadie se engañe, esto no es un ejercicio de estilo sin más, ni una simple prueba de gusto exquisito. La inquietud por buscar salidas en su laberinto infinito de referencias llegan hasta el espíritu retro-sinte de Jean-Jacques Perrey. Dibujos animados que despiertan el lado infantil y juguetón de una madurez no reclamada, y que flota desde la titular del disco hasta el giro final de “El Sueño”, donde el toque Isao Tomita arrecia en toda su fuerza onírica.

Conscientemente o no, “Hola” reivindica la ambición del recogimiento y las pequeñas cosas. O cuando la elegancia de alta costura no es ornamento superficial sino generadora de efluvios de hermosura azul. Saudade norteña, como escenas de una película imaginaria de Truffaut filmada en la Playa de la Concha.

De Felt a los Le Mans de “Saudade” (1996), su piel muda entre sueños rodados en súper ocho y coros morriconeianos como los que sobrevuelan “Marta, Quimi y yo” y “Un beso”. Cepos de melancolía vital complementados por otras ocho pruebas de inspiración sublime, tal que en el estribillo vainiquero de “A las seis” o en nuevas muestras atemporales de su repertorio como “El Roce” y “Pegaso”.

En total, 34 minutos esculpidos desde la pausa y el enfoque de canciones que funcionan como cortos de cine planeando en nuestro subconsciente. Diapositivas que nos regalan para que nosotros, los abducidos, las personalicemos a nuestro gusto en la memoria filmada.