Un álbum basado en la recopilación de temas creados específicamente para otros artistas. Sia no lo tenía del todo fácil para defender la premisa en la que se sustenta “This Is Acting”, su séptimo álbum. La estrella ha pasado por todo tipo de fases en su carrera, y algo que se mantiene en cada una de ellas es su gran capacidad de composición tanto propia como ajena a sus proyectos. Pero, desde que sintiera el dulce sabor de boca de convertirse en reina de las listas y figura mundial de referencia con su anterior álbum. Cuesta ver a una Sia que no piense únicamente en el más puro beneficio económico.
Y esto es “This Is Acting” en todo su esplendor. Un disco con temas cada uno de su padre y de su madre que se fuerzan a una reinterpretación para salir de su cómodo estado de demos. Canciones como “Reaper” (con Kanye West en la producción y composición del tema) que la propia Sia tachó de su lista de favoritos y reconoció no preocuparle su destino. Europop con recuerdos tribales donde la inmensa voz de Sia no termina de encajar (“Move Your Body”) o cortes pop sin alma (“Unstoppable”).
Sí, como su propio título indica, se trata de un trabajo de interpretación. De meterte en la piel de estas estrellas que rechazaron sus propuestas y demostrarles que merecían la pena. Sin embargo, esto lleva a Sia a despreocuparse de crear un disco que aporte un extra a su trayectoria. En “This Is Acting” no existe ni un ápice de interés musical que pueda desarrollar en el futuro. Y, como añadido, las letras no dejan de salir de moldes que acaben sacando unas cuantas sonrisas a destinatarios como Adele, Beyoncé, Shakira, o Rihanna. Todo esto se une a una propuesta creativa y artísticamente nula. Algo que Sia ha desarrollado disco tras disco y nunca nos ha dejado de sorprender. Es más, este álbum nos muestra un poco la inseguridad de la estrella de dar un paso erróneo en la industria y salir de su estabilidad.
“Y no me importa si desafino, me encuentro a mí misma en mis melodías, canto por amor, canto por mí” grita en “Bird Set Free” a una libertad que a día de hoy cuesta creernos. “This Is Acting” no es un proyecto para tomarse demasiado en serio. Es verdad que consigue borrar la etiqueta maquetera de cada una de las canciones. Pero, pese a la diversidad de estilos con los que trabaja se convierte un disco aburrido y repetitivo. La única gran superviviente de todo este batiburrillo es sin duda su espectacular voz. Una voz repleta de matices, capaz de adaptarse a cualquier reto, que consigue que un repertorio mediocre acabe emocionando por momentos (“Alive”). Y bueno, eso ya es un logro.
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