Se viste de gala en modo Super Deluxe el que fuera, allá por el lejano y convulso 1967, el tercer álbum de The Who. Venía la banda londinense de acumular diversos éxitos en formato single durante un par de años, pero el contexto empujaba a convertir el vinilo de larga duración en dominante absoluto del mercado. De ahí que Pete Townshend y compañía se pusieran las pilas y, mientras asimilaban la irrupción de la psicodelia, giraban y se daban a conocer en EEUU en festivales como el de Monterey, marcaban distancias con el verano del amor y gestionaban disputas internas, fueran capaces de enlazar bajo un mismo hilo argumental una más que interesante colección de canciones.
La chocante idea inicial, como el título del disco explicita, era venderse a marcas comerciales. Es decir, rellenar el espacio entre canciones con anuncios, obteniendo por un lado un rédito económico y, por otro, simulando la emisión de una radio pirata como las que, instaladas en barcos anclados en alta mar para burlar la legislación vigente, habían ayudado a difundir el advenimiento del rock and roll entre la juventud británica. La extravagante ocurrencia no cuajó, al menos en lo referente a vender espacios del disco, pero de todo ello sí salió un bonito homenaje a las radios piratas, con curiosos jingles o simulaciones de anuncios entre canciones. Además, quedó para la posteridad una bizarra e impagable sesión de fotos para la portada y, lo más importante, unas cuantas composiciones muy reivindicables.
Entre ellas, “I Can See For Miles” es la primera que viene a la cabeza, junto a la maestría demostrada en “Tattoo”, “Relax”, “Mary Ann With The Shaky Hand” o el adelanto de pasajes instrumentales -desvelado en “Rael”- que acabarían formando parte de "Tommy". Con todo, y asumiendo que los fans de los Who más sixites discreparán conmigo, el conjunto no alcanza el empaque de álbumes posteriores como "Who’s Next", "Live At Leeds", "Quadrophenia" o el propio "Tommy".
En cuanto a los contenidos de esta edición Super Deluxe, advirtamos ante todo que ya existían versión mono y versión estéreo en sendos discos de vinilo. Después, en 1995, apareció una versión en CD con temas extras, seguida en 2009 de una edición Deluxe en doble CD. Por tanto, no cabía esperar grandes novedades en esta revisión. Sin embargo, se anunciaron 112 cortes en total, 46 de ellos inéditos (!).
Y bien, una vez revisados los cinco compactos incluidos aquí, es obvio que, para poder presumir de inéditos, ha sido necesario estirar el material todo lo posible y un poco más. Es lo que hay. Aun así, el resultado puede ser de interés, no sólo para quienes no dispongan de versiones ampliadas anteriores, también para aquellos ávidos en profundizar hasta apreciar nuevas remezclas, ligeras modificaciones, diferencias entre mono y estéreo, jingles descartados, etc. En cuanto al quinto CD, dedicado a demos de Townshend, como era de esperar revela un extraordinario trabajo previo a la llegada del grupo al estudio, si bien ha sido necesario, una vez más, remezclar pistas y/o añadirles jingles para poder contabilizarlas todas como inéditas.
Así pues, que cada cual valore si le compensa sumergirse hasta tan al fondo de este disco para alcanzar este nivel de detalle. Eso sí, que lo haga teniendo en cuenta que el envoltorio y la presentación de este conjunto sí son intachables, ya que además de incluir los cinco compactos citados, dos singles de vinilo y una variada y jugosa memorabilia, cuenta con un precioso libro de tapa dura, donde se desgrana de forma exhaustiva cada canción y se leen diversos textos muy ilustrativos (en inglés), entre los que destaca uno del propio Townshend.
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