La gran virtud de los de Brooklyn con respecto a discos como “Who Is This America?” (2004) o “Liberation Afrobeat Vol. 1” (2001) es que no suenan a burdas copias de cualquiera de las reencarnaciones del grandísimo Fela Kuti. También se aprecia que han reducido las revoluciones y la festividad de sus ritmos en detrimento de un discurso propio. Lo suyo sigue siendo afrobeat con todas las de la ley, pero han logrado distanciarse lo suficiente como para ser considerados como meros discípulos del genial saxofonista nigeriano.
De hecho, el inicio marcial de "Beaten Metal" o los aires suntuosos de "Age" -quizás uno de los temas más perezosos que hayan firmado nunca- remiten a las suites jazzísticas de la Liberation Music Orchestra de Charlie Haden. Pero claro, al escuchar la fogosidad de "Filibuster", con las diatribas anticorrupción de Amayo; "Sanctuary", que alude a creencias animistas de la etnia igbo; o el explícito y bailongo "War Hero", volvemos a toparnos con la procelosa sombra del prócer de Kalakuta. Eso sí, las murallas de metal y los barridos de teclado del genial Victor Axelrod sirven para reconsiderar que estamos ante un disco de órdago.
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