Se abre la puerta

Muy lejos han quedado los tiempos en que Medina Azahara se ponían a la defensiva cada vez que alguien nombraba a Triana en su presencia, a la vez que trataban de alejarse de la influencia del rock andaluz que sublimó Jesus De La Rosa hace ya casi tres décadas. Ahora los cordobeses se muestran más respetuosos que nunca con su pasado y editan un disco de versiones (segundo tras el todavía reciente “Versión original”, del que repiten dos temas), que pretende rendir homenaje al género que les vio nacer. También interpretable como un guiño hacia Triana y De La Rosa, que firma los originales de siete de los once temas –no faltan himnos como “Hijos del agobio”, “Tu frialdad” o “El lago”. Otros tres son añejas composiciones de la banda cordobesa, que remozan con un sonido y producción actuales. La revisión de “Amanecer del puerto” de Alameda cierra un temario que no deja de ser anecdótico en la carrera discográfica de Medina Azahara, y que deja la sensación de que puestos a rendir homenaje, una mayor variedad que diera cabida a temas inolvidables de bandas como Smash, Mezquita o Cai hubiera enriquecido el resultado y resucitado de forma más sabrosa la nostalgia.