Mood Swings

La falta de autenticidad de Scotty Sire le ha llevado a construir un álbum en el que se coloca como la absoluta víctima de forma constante y que choca completamente con esa imagen superficial que ha construido a través de plataformas y redes sociales. Con “Mood Swings” lanza un disco de pop comercial sin alma al que poco brillo le podemos sacar. Una pieza que intenta vender un “buen rollo” y un espíritu de superación desde su burbuja de privilegiado. Una propuesta atada a las ambiciones del artista y esa obsesión por dejar atrás toda esa imagen que aún arrastra como youtuber de renombre con más de 11 millones de seguidores.

Junto a su gran compañero de viaje Bruce Wiegner en la co-producción del álbum. Sire se ve tremendamente poderoso en su situación actual en el mercado y está como loco por atrapar todos los charts por completo. Como buen creador de contenidos, ha medido al milímetro cada paso que avanza en este disco y eso termina mostrando un compilado artificial con una humanidad por los suelos. Explota toda esa historia de ansiedad y altibajos emocionales que tanto se lleva entre los influencers del momento. Y, además, intenta demostrar que sufre y tiene miedos como cualquier otro ser humano. Aún así, nuestro problema no reside en su filosofía de vida o en cómo busca vender su producto en el mercado. Más bien lo que no compramos son esas melodías tan pobres de pop de segunda ni esas letras que en momentos determinado nos llegan a dar hasta vergüenza ajena (“I could be your Peter Parker, you could be my Mary Jane. Sorry that I'm not Tom Holland, he doesn't like you anyway”).

En “Mood Swings”, tema que da nombre al disco, focaliza en la importancia de cuidar de uno mismo y cómo sin verdaderos problemas su cabeza le come por completo. “Overwhelmed” nos cuenta el agotamiento que le provoca su vida y todo lo que le rodea. Pero, que aún así, su misión es seguir empujando y saber que todo va a salir bien. Tema que, por otro lado, comienza con esa especie de homenaje al “I Put A Spell On You” de Screamin’ Jay Hawkins. Y, por último, queremos destacar ese intento de acercarse al regreso del pop-punk como tendencia en “Something You Said” sin abandonar por su puesto las camisas de flores ni las construcciones melódicas para que su voz suene lo más limpia posible. Lo que viene siendo querer ser el chico malo, pero a la vez el novio que toda madre querría para su hija. Evidentemente, no vamos a profundizar en todo eso que Sire define como rapear o cualquier acercamiento al género del hip-hop que nos quiera vender. Porque, sinceramente, es algo completamente inexistente.

“Mood Swings” es rancio queriendo intentar ser moderno. Es pop desfasado buscando firmar un álbum redondo de hits que pudieran funcionar en el presente. Cualquier disco de los Jonas Brothers estaría por encima de él, cualquier juego vocal de Timberlake taparía todo intento de Sire cuando busca potenciar ese falsete y pop ochentero que tan quemado está también en el presente (“Just Us Two”). Si Sire quiere seguir creciendo en el mercado musical tiene que ponerse las pilas. Su primer álbum con Fearless Records es un completo error y necesita como el agua una identidad sonora que no se apoye únicamente en ese pop facilón que siempre nos intenta colar.

Álex Jerez