Sault aparecieron de la nada el año pasado. Cuando publicaron dos discos, “5” y “7”, sin apenas información, se hablaba de un misterioso colectivo británico capitaneado por Dean Josiah Cover, o lo que es lo mismo el productor Inflo, el hombre detrás de los mandos del maravilloso “Grey Area” de Little Simz y colaborador habitual de Michael Kiwanuka. Con influencias de diversos estilos de música negra, del afrobeat al sonido Motown, pasando por Michael Jackson o The Neptunes, quedaron como una curiosidad para entendidos, una exquisitez para iniciados, pero entonces apareció 2020 y lo cambió todo, no solo con una pandemia mundial, sino también un clima racial insoportable en Estados Unidos, con un presidente claramente racista y varios asesinatos televisados a cargo de las fuerzas del orden. La gota que colmó el vaso fue el "no puedo respirar" de George Floyd.
Menos de un mes después de su asesinato, el 19 de junio aparecía “Untitled (Black Is)” un disco doble que invitaba a la revolución desde la calma, cualquiera que escuchara la increíble “Wildfires” sabía que esto era un disco que reflejaba el signo de los tiempos, posicionándose junto a las grandes obras maestras de la música negra en las que sus artistas se preguntaban qué coño está pasando aquí, un hilo fundamental de discos entre los que se encuentran “What's Going On” de Marvin Gaye, la respuesta de Sly & The Family Stone, “There's A Riot Goin On”, “Pieces Of A Man” de Gil Scott-Heron, el “Innervisions” de Stevie Wonder, el propio “Sign O The Times” de Prince, el “It Takes A Nation Of Millions To Hold Us Back” de Public Enemy, “Black Messiah” de D'Angelo, “To Pimp A Butterfly” de Kendrick Lamar, “A Seat At The Table” de Solange o “RTJ4” de Run The Jewels... Y es que Sault son negros y están orgullosos de ello, pero además están hartos de morir asfixiados diciendo que no pueden respirar.
Pero más allá de ese mensaje de orgullo y determinación negra, hay unas canciones increíbles para respaldarlo, encauzadas en la mejor tradición de la música soul, abriéndose con ese coro de respuesta y llamada que abre el disco al grito de "The revolution has come (Out the lies) Still won't put down the gun (Out the lies)". Es una manera perfecta de empezar, con el ABC de la música negra, la que se convirtió en el sostén principal de la música popular de los dos últimos siglos.
El disco combina las canciones propiamente dichas con interludios hablados, la maravillosa Cleo Sol se encarga de muchas de las partes cantadas mientras que Melissa Young hace lo propio con las habladas. En “Us” anuncian que no creen en el mito de la mujer negra cabreada sino en la magia de la negritud, y creo que no hay mejor manera de ilustrar la maravillosa “Wildfires”, una reivindicación sobre el asesinato de George Floyd en el que no se destila ira, ni rabia, sino pura belleza, pero que no por ello deja de ser menos reivindicativa "Take off your badge, We all know it was murder" / "We are dying, it's the reason we are crying (...) But we will never show fear, Even in my eyes I will always rise In wildfires").
Es, sin duda, una de las grandes canciones del año pero no es la única maravilla del disco, “Hard Life” comienza con una batería sincopada y una línea de bajo truculenta, hasta que entra la susurrante voz de Cleo Sol cantando cosas como "I ain’t gonna wait no more/Gonna start a war". En el medio se utilizan técnicas de hip hop hasta que en el clímax se alcanza la victoria y una dulce melodía soul acompaña la positividad del mensaje.
“Eternal Life” les emparenta con los últimos trabajos de Solange, sintetizadores y preciosas armonías se dan de la mano a la perfección. En “Monsters” hay ecos del funk futurista de Parliament, nuevamente con un bajo en primer plano totalmente sublime que hace que te preguntes ¿quién es el bajista en este disco?
“Bow” escrita por Kiwanuka e Inflo, es una oda a África con un ojo puesto en el afrobeat de Fela Kuti y otro en el 'dancehall' jamaicano, la melodía recuerda al "Here Comes The Hotstepper" de Ini Kamoze. “Hold Me” es otra caricia sensual con otro mensaje comprometido "We can push forward, move on, Or we can choose bitterness, And I know you like to help those when it's hard to help yourself". Mientras que “Pray Up Stay Up” cierra el círculo volviendo a los orígenes, al góspel, doo wop y al R&B de los cincuenta, demostrando la preminencia de la música negra en la música popular de los últimos cien años.
Sault se consolidan como la gran sorpresa de 2020, sobre todo si tenemos en cuenta que, en menos de cuatro meses, iban a regresar con otro disco a la altura de este, “Untitled (Rise)”.
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