Saturn Negre

Todos nos hemos cuestionado alguna vez nuestra existencia y hemos deseado volver al pasado, llenos de nostalgia. En “Saturn Negre”, Pol Fuentes va un paso más allá: no solo añora lo ya vivido, sino también desea poder jugar con el futuro no experimentado. De este modo, “Saturn Negre” es un disco conceptual, que nos cuenta la historia de un astrónomo aficionado obsesionado por un agujero negro ficticio en forma de Saturno. Fuentes cuida su historia en lo interior y en lo exterior. Desde dentro, en las canciones. Desde fuera, en la presentación, a modo de juego de mesa. En “El sacrifici” –un tema sombrío, corto, pero con pinceladas de rock–, el artista canta que “todos los vivos formamos parte de una vida mucho más grande en la que somos un impás”. Eso mismo pasa con los doce temas de su trabajo. Todos tienen un sentido por sí mismos, pero, a la vez, forman parte de un todo.

Sin embargo, dentro del ensueño también hay crítica social (“La distopia”, “La dona”) y realidad (fragmentos de discursos de Pepe Mujica en “El joc”). Cabe resaltar su colaboración con Suu, “El silenci”, con la que ya había colaborado previamente en “Passeig”, incluida en un disco homenaje a Joan Salvat-Papasseit. Un tema que, sin contar el epílogo, cierra con personalidad, dulzura y fuerza un disco creado para reflexionar.

Mención especial, también, al preludio y el epílogo. En voz hablada, musicalizada, como si del narrador de un cuento se tratase, Pol Fuentes nos introduce al astrónomo que, como muchos otros antes, se obsesionó por el cielo y la vida. La conclusión que saca es que, al fin y al cabo, todos somos iguales: todos idealizamos el pasado y el futuro, y nos obsesionamos con el cielo, nuestro mayor maestro. Y aunque la vida alterna no sea más que un sueño y la vida continua sea limitante, “Saturn Negre” es la muestra de que el arte y la música logran transportarnos a esos tiempos deseados.