El segundo álbum de Supersubmarina es un acto de liberación para una banda que se enfrentaba a revalidar el éxito de su debut. También para Jose Chino, arte y parte de este vía crucis sentimental que recorre el álbum de principio a fin. Y es que no hay nada más inspirador para un escritor de canciones que una ruptura que afile y afine los sentimientos. Una cruz que cargan en once estaciones de penitencia redundantes en el fondo melancólico –salvo esa crítica generacional de “El baile de los muertos”-, con títulos reveladores como “Para dormir cuando no estés” o “De las dudas infinitas”, pero muy moldeadas en la producción. Ahí ha entrado el trabajo de Toni Doogan (Belle & Sebastian, TFC, Snow Patrol…) que ha tratado la voz con diferentes registros empastándola en el resto de los instrumentos bastante por debajo de los cánones del mainstream. Dinámica amplia la de este “Santacruz” que hace difícil decantarse por la desinhibición de “Technicolor” y “Hogueras” o el hastío de “Hermética” o “En mis venas”. Depende de cómo cada uno prefiera cargar con su cruz.
letras de profunda inspiración, instrumentos que afinan para hacer bailar a los dioses, se unen en perfecta armonía en este gran álbum. Enhorabuena por este trabajo, increíble el directo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Nos vemos en Londres!!!!!!!!!!!!!!!!!!
La verdad que los escuche por primera vez de casualidad, pero cada vez me suenan mejor, geniales.
la verdad es que el catntnae de neorama, estuvo como siempre. lo que se dice estar, estuvo bien, bien presente, pero lo que se dice cantar, canta mal y lo hace mal. lo habre1 escuchado de tanta gente que ya le dare1 igual. pero bueno, el mal sabor de boca me lo quitf3 supersubmarina, que estuvieron enormes. se ve donde hay calidadsaludos a tots