Sángrala

La Débil es la primera banda nacional en tomarle el pulso al 2012, y lo hace con un álbum muy de su tiempo, respondón, malencarado, un disco tan “jodido” desde el punto de vista lírico como por su intimidante estructura sonora, construido a partir de despojos de nuestra civilización -las canciones “trascurren” entre samples de música clásica e improvisadas grabaciones de campo-, abriéndose paso entre los cascotes con percusiones de poso industrial, intimidantes cual bulldozers y asimiladas a partir de una dieta abusiva de Einsturzende Neubauten y Faust. “Lucha perro”, su primer disco, fue una maqueta comercializada por obra y gracia de REFTOS!, que sólo mostraba una de las caras de la banda, la menos ortodoxa e inasible. “Sángrala”, por contra, pese a haber sido registrado nuevamente casi como un falso directo por Carlos Toronado, nace como un disco con vocación de serlo, y eso de una forma u otra se traduce en canciones tan directas como la que da título al disco, “Rosario” o “Ten cuidado”, secuencia inicial infalible, demoledora. El disco termina alargándose hasta la hora larga -en parte por los veinte minutos de duración del tema de cierre-, y exige cierta complicidad y hasta buena forma física por parte del oyente; ahora bien, al terminar el palizón ha merecido la pena. Y en cualquier caso lo que no se puede dudar es fair play de los de Torrijos: ellos han sido los primeros en darlo todo en ese campo (de batalla) que es “Sángrala”, perfecta banda sonora para los tiempos que nos toca vivir que también podrían haber titulado “Sangre, sudor y -si me apuran- lágrimas”.