Gnosis

Para este nuevo álbum los veteranos post-metaleros Russian Circles han cambiado la manera de concebir su música. Del mismo modo que el mundo también debió reinventarse gracias a la pandemia, el trío de Chicago decidió mirarse en un espejo curvo y así trocar de su clásica forma de escribir: pasaron de usar retazos de canciones e ideas que tomaban forma en la sala de ensayo a dar vida a composiciones enteras antes de que los miembros de la banda se encuentren en un espacio físico.

El resultado no es completamente revelador, pero sí interesante. Porque el carácter cinematográfico de las canciones está aquí crecido respecto a momentos anteriores de su vasta discografía. El hecho de haber mantenido inmaculadas las intenciones primarias de los temas les ha dado un festejable plus de solvencia a nivel de escritura.

Dicho esto, el disco entrega sus mejores momentos cuando te das cuenta que mientras lo escuchas te apetece cantar sobre algunos de los temas ¿qué mejor cumplido se le puede dar a una canción instrumental que el hecho de que te encuentre berreando en el coche mientras la escuchas?

Si bien “Gnosis” no escapa de las coordenadas clásicas de género –los crescendos interminables, los riffs densos como cóctel de petróleo, el machaque thrasher en el momento justo y el lugar adecuado, los arpeggios que avecinan la salida de un sol rojo sangre– es un disco redondo con un entramado arquitectónico logrado: el setlist funciona, con sus picos y bajadas, con sus silencios y explosiones. Para fundamentar estas apreciaciones basta con apreciar la épica de “Tupilak”, el paciente desarrollo de “Gnosis”, el frenetismo de “Betrayal” o la belleza emotiva de “Bloom”.