Rub
DiscosPeaches

Rub

7 / 10
Esther Al-Athamna — 19-10-2015
Empresa — I U She Music
Género — Electrónica

Desde 2009 hemos tenido que esperar para poder escuchar un nuevo trabajo de la canadiense Peaches, de aquel “I feel Cream” parido en la pista de baile hasta este “Rub”, nombre de su nueva criatura, las cosas han cambiado pero no demasiado. Peaches nos asalta con 11 canciones más instaladas en el rap y en producciones más cercanas a las bases de Diplo y a Nicki Minaj, atrás quedaron las afiladas guitarras de “Kick it”. No podemos hablar de un giro a lo comercial porque a esta mujer siguen sin crecerle pelos en la lengua, sin ningún tipo de pudor, continúa con la hipersexualizaión de sus letras, sus juegos de identidad de género y su gusto por lo bizarro, lo kitsch y lo extremo.

Para la ocasión ha vuelto a rodearse de flamantes invitadas, como la mismísima Kim Gordon (Sonic Youth), su adorada Simone Jones y para cerrar el álbum sin despeinarse un dueto con Feist, sí Feist. Y ojo que más chula que un ocho, ha descartado el tema “Bodyline” que contaba con la guitarra del mismísimo Nick Zinner (Yeah Yeah Yeahs), porque según ella no era lo suficientemente minimalista. Solo encontramos dos concesiones a la electrónica y al baile desmelenado con “Sick in the head” un grito de descontento político y su single “Light in places”. Sorprende su tranquilidad al hablar de su vagina en “Vaginoplasty” o esa llamada al empoderamiento masculino con “Dick in the air” uno de los temas más corrosivos del álbum. En “Free Drink Ticket” la encontramos rapeando como si fuera un hombre y en “Dumb Fuck” deja algo de tiempo para acordarse de las melodías y un trabajo vocal que bien puede recordar a los mismísimos Scissor Sisters.

“Rub” se completa con un puñado de videoclips impagables en los que podemos ver a Peaches como luchadora libre mexicana entrenada por Kim Gordon o un impactante número de trapecio a cargo de la performer Empress Stah, entre otras lindezas.

Peaches sigue haciendo de su descaro un sayo y puede que el discurso se repita, pero lo cierto es que se agradece la sinceridad descarnada incluso en temas en los que ruborizarse sigue siendo demasiado fácil. Bienvenida sea esta oda de coños y pollas, tranquilamente.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.