Al canadiense Aaron Funk empieza a ser complicado seguirle la pista: a un ritmo mínimo de dos discos por año, empieza 2005 con un trabajo de nombre impronunciable (“Rossz Csillag Allat Született” -que en húngaro viene a ser algo así como “nacido bajo una mala estrella”-). Eso sí, vale la pena detenerse, porque acentúa la brecha abierta con “Huge Chrome Cylinder Box Unfolding”, llevando la melancolía polirrítmica a un terreno de temas orquestados en los que tan válidas son las referencias a Aphex Twin como a Prokofief o Stravinski.
Una vez más, se reivindica como el creador más lúcido de su generación, apelando al factor sorpresa aunque se le vea venir de lejos: a la calma y la belleza desasosegante que domina la primera parte de “Hajnal” sólo le podía suceder una violenta descarga de drill’n’bass, aunque lejos de las gamberradas de otros compañeros de género (la mayoría también en Planet Mu), aquí el taladro -también los violines y pianos- ejerce de excusa, medio y fin. Son canciones de amor y pena, dice, pero planteadas desde un violento expresionismo en el que el canto de los pájaros es aplastado sin miramientos por el breakcore más desbocado. Bendita locura.
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