La banda irlandesa comandada por Dolores O'Riordan es uno de esos habituales ejemplos de desencuentro entre crítica y público. Autores de una de las mejores colecciones de singles pop de nuestra historia reciente, su particular mezcolanza de melodías pegadizas y ritmos contagiosos nunca encontraron aprobación entre los medios especializados, que siempre vieron en ellos una insustancial banda de pop comercial. A pesar de ello, triunfaron en los noventa con temas que ya han quedado para el recuerdo colectivo, como “Linger”, “Zombie”, “Animal Instinct” o “Dreams”.
Tras el apagón de ideas y las inevitables rencillas internas, una separación que duró siete años, una triunfal gira de regreso y la sopesada vuelta al ruedo discográfico con esta sexta entrega. Los irlandeses siempre han sido esclavos de sus singles, que han destacado con holgura de entre otras composiciones menos afortunadas. “Roses” no es ajeno a ello, y vuelve a dejar demasiado espacio a la medianía. Pero como sucede en cada uno de sus trabajos anteriores, O'Riordan, los Hogan y Lawler vuelven a ofrecernos unos cuantos momentos para conservar.
“Tomorrow” no merece entrar en un Top 5 de mejores singles de la banda junto a los antes apuntados, pero sí entra en un segundo bloque de aciertos históricos junto a temas como “Salvation”, “Ode To My Family” o “Promises”. Tampoco andan a distancia “Losing My Mind”, “Fire And Soul” o “Conduct”, que reivindican “Roses” como una digna continuación al agregado discográfico del cuarteto.
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