Puede que por si solo el nombre de Ripley Johnson no te diga demasiado, pero es posible que la cosa cambie si te digo que es el responsable tras los sonidos psicodélicos de Wooden Shjips y de Moon Duo. Pues bien, Ripley Johnson ha demostrado con creces ser un culo inquieto, y esta vez ha puesto toda su indudable clase a las seis cuerdas, al servicio de un country-rock cósmico delicado y académico. Un álbum que se me antoja un relajado divertimento, que hará las delicias de todos los seguidores de bandas como Grateful Dead, Little Feat o los Byrds más country. Así, Ripley Johnson se ha dejado broncear bajo el sol californiano para regalarnos ocho deliciosas piezas, construidas con artesanal maestría y una atemporalidad que hace que puedan acercarse a su trabajo viejos aficionados a los sonidos hippies, pero también jóvenes que puedan descubrir con este disco una llave al pasado. Al folk-rock de Laurel Canyon, pero también a los sonidos surgidos desde Haight-Ashbury de su San Francisco natal.
“Summerlong” es uno de esos discos que se hace sin ninguna presión, pensado más en ser disfrutado y jugar por el puro placer de hacerlo. Por eso no va a tener ningún tipo de repercusón, ni lo pretende. Pero al menos dejará un gran sabor de boca en todos los que se acerquen a él. Y lo hará porque el tono es apocado, suave y dulzón. No hay estridencias. Todo suena bajo una confortable capa de terciopelo sonoro y los solos de guitarra poseen la perfecta combinación de técnica y elegancia, ideal para ser disfrutados. Solo hay que acercarse a temas como la trotona “Real Long Gone” o la vaquera “Only Loney”,con la que abre, para darse cuenta de ello. Aunque el disco se reserva lo mejor par a el final con un “Wildflowers” que haría las delicias del mismísimo Charly Garcia. Sino sabes lo que es la psicodelia aplicada a los sonidos americana, aquí tienes un gran ejemplo.
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