Es una lástima que a Les Savy Fav les haya tocado vivir estos tiempos en que rebelarse contra el sistema, combatirlo con la intención de hacerlo mejor, se ha convertido en otra herramienta más de venta. Ellos que son descendientes por línea directa de los grandes nombres del hardcore y su posterior mutación en el emo -cuando el uso aquella etiqueta aún tenía sentido-, ellos que recogieron el testigo de Fugazi como representantes de un sonido y un ideario que incluía el mecenazgo de bandas desde su propio sello French Kiss, apenas tienen otra cosa que ofrecer en 2010 que un puñado de canciones excelentes, otro más, que hoy se diluye entre recuerdos de su paso por el Primavera Sound: “Sí, hombre, la banda del barbudo gordo que se desnuda y se lanza al público”. Para eso hemos quedado. Durante mucho tiempo bastión del do it yourself, ejemplo de muchas cosas y hoy reducidos a lo banal por una sociedad de consumo que también les devora a ellos. Lo dicho, al menos nos queda su música, de nuevo sobresaliente, aún incendiaria, aunque alzar el puño al aire cada vez tenga menos sentido…
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