“Carousel One” puede parecer simplemente otro disco más de Ron Sexsmith pero no lo es. Para empezar es el primero en el que se puede ver al canadiense sonriendo en la portada y esa sonrisa va mucho más allá. Tras unos años en los que ha sufrido diversos reveses vitales, desde una grave enfermedad a chascos profesionales (la poca repercusión de sus últimos trabajos), el autor de discos grandes como “Retriever” (04) ha decidido entonar el carpe diem. Y eso se nota en este nuevo álbum, lleno de pop y white soul luminoso (“Can’t Get My Act Together” se lleva la palma en ese sentido), que si bien no se encuentra entre sus obras más destacadas, sí es una nueva muestra de un talento purasangre a la hora de componer canciones pop redondas, de esas atemporales y ajenas a modas. El cancionero de Sexsmith es bueno ahora y lo seguirá siendo en 2070.
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