Manifiesto
DiscosRomeromartín

Manifiesto

8 / 10
David Pérez — 27-05-2020
Empresa — Ground Control
Género — Electrónica

El flamenco de nuevo como transgresoras raíces con alas que buscan justicia, en un “Manifiesto” en el que lo jondo, rezumando dolor, rabia y redención, se funde y bambolea como la mimbre, manteniéndose firme bajo una rave de poesía queer, combativa y liberadora. Álvaro Romero, con más de quince años de flamenco puro por sus venas, se encuentra en ese cruce de caminos vanguardista al que solo llegan los valientes, con el productor y DJ Toni Martín, acompañando al cantaor gaditano al toque electrónico y dándole libertad extra, para que su voz trepe como una enredadera jonda de neón en la noche más oscura.

La dupla RomeroMartín comienzan su debut “Manifiesto” (alegato a la libertad sexual y creativa en ocho pasos, con textos extraídos de escritores homosexuales y el manifiesto “Hablo por mi diferencia” de Pedro Lemebel como bandera) con un bidón de gasolina en una mano y una caja de cerillas en la otra: Nadando en el fuego que palpita en el origen, viviendo la periferia y antípoda alumbrada, hasta llegar al génesis poético de todo, con la voz doliente y sagrada que se filtra por las grietas de la parte central de una nubah anadalusí en “Saeta del pirómano”. Un canto empapado de electrónica que asienta sus raíces para seguir volando, con los ecos de “compases y silencios” morentianos como omnipresente faro y los versos con sed de vida de Braulio Ortiz Poole.

La rompedora propuesta continúa por “Mariana”, con Romero desbordando jondura en la rave berlinesa que Martín teje surco a surco, para que la herida siga cicatrizando y abriéndose por “Granaína (de la herida)”, bailando por “Tango (de la coca)” con aromas cabareteros, o ganando esa batalla del cuerpo y el espíritu en “Nací como quise yo”, al son de una zambra atmosférica que podrían haber firmado junto a Portishead.

Huímos del “Sermón de la montaña” y la siembra de moralina, sentimiento de culpa y todo miedo barato cristiano, en la liberadora “Nana del culo”. Sin agredir, pero dejando de lado, con rabia y fuerza, toda la hipocresía y rendición ante los estereotipos de género reinantes y alienadores, abrazando, como Lemebel y tantos otros luchadores, el compromiso político y la reivindicación de sexualidades no normativas, “poniendo el culo y no la otra mejilla”.

Los aires fiesteros electrónicos y flamencos tocan techo y lo rompen en el “Que sí, que no” de Remedios Amaya y “Rumba de 1914”, temas que en directo son combustión instantánea colectiva, como pudimos comprobar por adelantado y partida doble en el Monkey Week, grande y chico (Weekend), del pasado año.

Con la gran Mercedes Peón abriendo sin pausa y sin prisa las entrañas del folclore popular olvidado, filtrándolo por una vanguardia sin fronteras a cada parpadeo, o Niño de Elche en su continuo renacer y revolución dialéctica con el flamenco y todo lo demás, RomeroMartín se suman con este indispensable “Manifiesto”, a las rompedoras y refrescantes propuestas de artistas que entrelazan presente, pasado y futuro con mano maestra.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.